La joven de 23 años Cicily Goodwin quiso cambiar totalmente su apariencia de una forma sencilla y sana. Pesaba 128 kilos y un año después pesa 77. ¿Cómo lo ha conseguido? Pues bien, no se trata de una dura tabla de gimnasio ni de una dieta estricta sino algo completamente distinto.
Cicily dejó de tomar comida basura a todas horas y cafés (llegaba a beber hasta 10 cafés en un mismo día). “Me convertí en adicta a la comida y todos los días pedía múltiples veces algo para llevar, como KFC o McDonald’s”, comentó en una entrevista para Daily Mail Australia.
Sin embargo, ¿qué es lo que le motivó para tomar esta decisión y dar un giro a su vida? Al parecer durante su segundo embarazo una amiga suya le introdujo en un grupo online llamado “The Healthy Mummy”, cuyo fin es ayudar a mujeres que quieren cambiar el aspecto de su cuerpo.
Lo que defiende esta plataforma es dejar a un lado la comida chatarra y beber dos batidos al día mezclados con fruta. Aun así, no es necesario eliminar todos los caprichos de tu dieta, por ejemplo Cicily continúa comiendo chocolate de vez en cuando.
Por increíble que parezca, la joven no ha pisado el gimnasio ni una sola vez. Simplemente caminaba para recuperarse del embarazo o hacía algunos ejercicios en casa, pero nada de tablas ni entrenador personal. "Soy ahora una mejor versión de mi misma, esa persona no era yo, solo una sombra de quien realmente soy. Sé que nunca volveré ahí", declaró durante la entrevista.
En sus redes sociales comparte diariamente imágenes de sus batidos y comidas, pero sobre todo comparaciones en las que se aprecia lo que ha cambiado su cuerpo durante ese año. "The Healthy Mummy ha cambiado mi vida", asegura en su cuenta oficial de Instagram.