Estar muy motivados te va a ayudar a empezar a cuidar tu alimentación y a entrenar en serio. Sin embargo, hay una serie de errores muy típicos en los que algunos caen al empezar un supuesto estilo de vida sano. No boicotees tú mismo tu propio plan para tener ese cuerpo diez que deseas. Toma nota y evita estos errores fit tan comunes.
Dejar de comer
No debes saltarte comidas ni comer menos aunque tu objetivo sea adelgazar. Si dejas pasar más de cuatro o cinco horas sin comer tu cuerpo quemará masa muscular en lugar de consumir calorías. Además, aparecerá el temido efecto rebote: se elevan las hormonas que estimulan el apetito, se baja el azúcar en la sangre y ¡horror!... aparecen las ganas de engullir carbohidratos y dulces.
No definir tu objetivo
¿Cómo vas a conseguir tu objetivo si no sabes cuál es? Piensa en cómo quieres que sea tu cuerpo porque no es lo mismo un entrenamiento y dieta para alguien que quiere adelgazar o definir que para una persona que busca ponerse fuerte y ganar masa muscular. Establece un objetivo y, a partir de ahí, elabora un plan de ejercicio y de alimentación con ayuda de entrenadores y nutricionistas.
Pasarte con el cardio
Una clase de spinning, otra de Body Pump, una hora en la elíptica... No te pases. ¡No necesitas más de 45 minutos de cardio al día! Después de un tiempo, tu cuerpo detiene la quema de grasas y comienza el desgaste de masa muscular. No querrás que esos bíceps que has conseguido con tanto esfuerzo desaparezcan ahora, ¿verdad?
Comer solo cosas light
Ponerte hasta arriba de productos dietéticos ni es sano ni te va a hacer adelgazar. Ten en cuenta que algunos de los alimentos considerados light no lo son tanto. A veces encontramos productos de este tipo que son bajos en grasa pero que contienen mucho azúcar o viceversa. Se consideran productos light los que tienen un 30% menos de aporte calórico que su equivalente normal, pero eso no quiere decir que no engorden.
No cambiar la rutina
Que tu cuerpo no se acomode. En tu entrenamiento cambia los ejercicios, varía el número de series, sube o baja los pesos... Si se acostumbra a lo mismo, tu cuerpo acaba quemando menos calorías y no reacciona igual a los estímulos que le mandas. Con la dieta ocurre lo mismo: es necesario cambiarla aproximadamente cada mes para que tu metabolismo no se pase de listo y trabaje menos de la cuenta.
Entrenar distraído
Socializar en el gimnasio está bien, pero cuando entrenas, concéntrate en lo que estás haciendo. Tu cuerpo y tu mente deben estar conectados. No te pases más tiempo de la cuenta en el gimnasio mirando el móvil, hablando con el de al lado o haciéndote selfies.
Es importante estar atento al ejercicio que estás haciendo para que la técnica sea correcta y trabajes los músculos implicados. Tardar más de hora y media en hacer un entrenamiento es señal de que estás perdiendo el tiempo.
Sobreentrenar
Muchos caen en este error cuando se toman muy en serio el entrenamiento. Pero, igual de importante que es entrenar, lo es descansar. Una cantidad excesiva de entrenamiento es perjudicial.
El cuerpo necesita sus horas de descanso y de sueño para reponerse. Además, si estás intentando ganar masa muscular, debes saber que es en esos momentos de descanso cuando los músculos se reponen y crecen. Escucha a tu cuerpo y sabrás cuándo necesitas descansar.
Como ves, muchos de los errores que cometes cuando empiezas a llevar una vida sana, vienen dados por llevarlo todo al extremo y no estar informado y no llevar un plan. Cuenta con los nutricionistas y entrenadores. Ellos te ayudarán a conseguir tus objetivos sin poner en riesgo tu salud ni perder la motivación.