Si en tu trabajo te exprimen y tus hijos ocupan el resto del tiempo de tu día, esas son dos de las grandes excusas para seguir pagando la cuota del gimnasio teniendo como único contacto con éste, el de los anuncios que ves en internet o en las revistas.
Controla el tiempo de descanso
No sirve de nada llegar al gimnasio e ir a lo loco por no tener demasiado tiempo. Mi consejo es que lleves un reloj para poder medir el tiempo que descansas entre series. Me he encontrado con mucha gente que dice no tener demasiado tiempo para entrenar, pero luego se tira casi cinco minutos de charleta entre serie y serie. No dejes pasar más de un minuto de inactividad, y así pasarás el mismo tiempo en el gimnasio, pero mucho de manera más eficiente.
Planifica tu rutina
Otra gran excusa para quedarte en casa es que autoconvencerte de que no sabes muy bien qué es lo que tienes que hacer. Para esto, debes ir con los deberes hechos de casa. Pide ayuda a alguien que sepa (y me refiero a que tenga la suficiente formación para poder establecerte una rutina), y ten claro qué es lo que tienes que hacer ese día. Muchas veces andamos por la sala como pollo sin cabeza mirando cuál es la máquina que queda libre para así no perder tiempo y acabar cuanto antes.
Si sabes qué es lo que te toca entrenar ese día, tu entrenamiento será más eficaz, y notarás que no has estado perdiendo el tiempo.
Que no baje la intensidad
Esto puede sonar raro. ¿Si me da pereza ir al gimnasio, si encima acabo muerto me merece la pena?
Bien, yo te respondo con otra pregunta: ¿Sabes la sensación de sentirte poderoso? ¿La sensación de que has ganado y no te han ganado? ¿La sensación de haber hecho justo lo que tenías que hacer? Pues sí, eso es lo que vas a sentir si te metes más caña de la “cómoda” en tu entrenamiento. ¿Y lo mejor de todo? Que no tienes que hacerlo necesariamente en el gimnasio.
Superseries, otra buena opción
Si de verdad no tienes tiempo para poder entrenar, las superseries pueden ser tus mejores aliadas. En este tipo de entrenamiento trabajarás varios músculos de manera consecutiva sin descanso entre ellos. ¿Pero eso es una locura, no? Tranquilo, el truco está en trabajar músculos diferentes en cada ejercicio. Es decir, si haces press de banca, luego no trabajes tríceps sino bíceps. Si haces remo, luego puedes hacer algún ejercicio de pectoral. En resumen, elige ejercicios que no involucren los mismos músculos, para ahorrar hasta la mitad de tiempo.
Con todo esto quiero decir, que ninguna excusa es buena para quedarte en casa y no entrenar. Es cierto que el tiempo cada vez está más valorado, pero piensa que el día tiene 24 horas, y que con una que entrenes, ya notarás cambios tanto en tu cuerpo como en tu mente.
Si aún así no te ves animado, tranquilo, es normal. Y por eso con el ejercicio segregas endorfinas, unas hormonas que hacen que te sientas bien, que cambie tu visión tanto de la vida como de ti mismo.
Sólo tienes que comenzar, y el resto vendrá solo.