El mindfulness se ha convertido en otra de las palabras de moda. Para combatir el estrés, para ser más felices, para ayudar a los niños… el mindfulness es beneficioso para todo el mundo. Pero, ¿en qué se diferencia de la meditación? ¿O es lo mismo pero con otro nombre? Olga Castañeda (Vive tu cuerpo), periodista, profesora de pilates y yoga, y experta en meditación, nos lo aclara.
“Mindfulness es la parte de la meditación que Jon Kabat Zin (psicólogo estadounidense de la Universidad de Massachusets) adaptó para los programas de estrés, ansiedad y depresión de sus pacientes”, dice Castañeda. Según esta experta, se trataría de la parte más "light" de la meditación, “que nos sirve para cultivar un estado de bienestar y relajación en nuestra ajetreada y cotidiana rutina occidental, pero sin mayores pretensiones”. Es decir, que para meditar de verdad todavía te faltarían algunos pasos por dar.
Pero, como explica Castañeda, mindfulness y meditación van de la mano: “en meditación el mindfulness o atención plena es necesario e imprescindible para crear el estado mental propicio para que la meditación se lleve a cabo”. “Es decir, que el mindfulness es una de las muchas cualidades que tiene la meditación”, añade. Y según esta experta, esta cualidad la tenemos todos en nuestra mente, unos más desarrollada que otros, y consiste en estar atentos al momento presente.
Y para entender aún mejor lo que es mindfulness, sobre todo si eres deportista, Olga nos hace una analogía utilizando el fútbol: “La importancia de correr en el fútbol es similar a la importancia de mindfulness en la meditación. En la base del fútbol la acción de correr es imprescindible, sin ella los jugadores no se moverían y no habría partido ni deporte. Pero sólo corriendo, sin chutar o regatear, seguiría estando incompleto”. En meditación, según esta experta, ocurre lo mismo: “no podemos sentarnos a meditar con la cabeza ‘en frío’, con todos los problemas y tareas del día rondando, tenemos que dedicar los minutos o tiempo necesario para relajarla, estabilizarla y poder ver en profundidad la raíz de nuestros pensamientos.
El éxito del mindfulness
Precisamente en esa capacidad que tiene el mindfulness para calmar a las personas que viven en “modo estrés” reside el gran éxito que esta técnica ha tenido en el mundo occidental, según Castañeda. ¿Sus beneficios? “Permite calmar la mente, aumentar la concentración y la creatividad, mejorar la calidad del sueño, gestionar el estrés y aumentar la sensación de felicidad, como constata un estudio de la Universidad de Wisconsin, sin tener que adentrase en la meditación, una técnica más compleja…”, afirma.
Pero pese a todo lo que nos aporta el mindfulness, para Castañeda la meditación es una técnica más completa y con mayores beneficios. “Puedes empezar con el mindfulness como paso previo”, dice. ¿Cómo? Simplemente, parando un momento, cerrando los ojos y sintiendo tu respiración: o caminando despacio fijándote en todo lo que ves o escuchas, prestando atención a lo que te rodea, estando “aquí y ahora”.