Empiezo por el principio. La traducción literal del mindfulness, del inglés al español, es conciencia plena. Ahora tú, que estás al otro lado, delante del ordenador o de cualquier otro dispositivo leyendo estas líneas: ¿Estás pendiente de lo que te estoy contando o tus pensamientos se van para a alguna otra parte? Igual no me estás haciendo tanto caso ¿cierto?
Con este ejemplo te acabo de explicar lo que es el mindfulness. Ahora bien, una vez supe de qué iba la cosa, quise indagar y dar un paso más ¿puedo ponerlo en práctica para mejorar mi estado mental ante el running? Todos sabemos que el ‘coco’ también se entrena.
“Los pensamientos te llevan al pasado o al futuro. Con el mindfulness entrenas las habilidades de estar pendiente de las sensaciones y las emociones para poder anclarte al presente”, explica Vicky Cervera, psicóloga deportiva de Sanus Vitae.
Seas corredor experto o te estés iniciando en el running, los ejercicios que se practican en el mindfulness son los mismos, la única diferencia es que cada perfil los aplicará según su modo de vida. ¿Preparado? Esto es lo que te puede aportar en tu rutina como corredor, gracias a la aportación de la especialista Cervera.
Las 8 cosas que ganarás como corredor
1.- Gestionarás el estrés, la ansiedad y la activación. Sabes que te pones nervioso en una carrera, lo sabes. ¿Por qué te pones nervioso? Lo que estás haciendo es pensar en el día de la prueba.
No viajes tanto y quédate en el presente. Estás entrenando o estás preparando tu kit para la carrera ¿y ya te pones nervioso? Piensa en lo que estás haciendo y evitarás esos nervios.
2.- Aprenderás a respirar. Si tu mente está calmada, tu respiración será más pausada.
3.- Serás más organizado. Si te toca comer, párate y come. Si tienes que prepararte la mochila, empieza y termínala. Así no te dejarás nada a medias, no te enfrentarás a olvidos tontos y serás más eficiente con tu tiempo.
4.- Afrontarás las cosas tal y como vienen. Tolera una situación negativa, déjala llegar. Ya la conoces, ahora aprende a gestionarla.
5.- Te sentirás más fuerte: Cuando sabes gestionar aquello que te genera mal estar te sientes más fuerte y por tanto, rindes más.
6.- Encontrarás un espacio para el cuidado del bienestar mental. Correr libera toxinas, pero si tu cabeza está en otro lado no estás disfrutando del momento, ¡del running!
7.- Evitarás lesiones. Si no tienes tensiones, si no vas más rápido de lo que eres capaz o si tienes la fortaleza de decidir en el presente lo que crees que es correcto, evitarás posibles lesiones.
8.- Te ayuda a discernir. El mindfulness no se quedará en algo efímero, podrás sacarle la parte práctica, pues te ayuda a ver y en consecuencia, a ser mejor deportista. En definitiva, te ayuda a elevar tu perspectiva. ¿Y si cuando sales a correr miras al frente y elevas la cabeza?
Ahora, cada vez que te calces las zapatillas piensa: “Estoy corriendo”. Cuando estés estirando piensa: “Estoy estirando”, al igual que cuando dediques tiempo a tu alimentación o incluso a relacionarte con tu equipo de entrenamiento.
Asimila cada una de las fases que realizas para ser un mejor corredor y cuando te enfrentes a una situación inesperada, déjala pasar y comprueba qué es lo que sientes y cuáles son tus habilidades para afrontarla.