Correr es divertido, sí lo es, pero llega un punto en la vida de un corredor en el que llega preguntas de este tipo: “Me pregunto si podría correr más rápido, ser más fuerte, ser mejor corredor”.
Que levante la mano quien haya pasado por esta situación, porque yo soy una de ellas. Hay muchas maneras de correr una carrera más rápido: libros, Internet, apuntarse a un club o contratar a un entrenador para que te ayude alcanzar tus metas.
Mi elección fue la última, apostar por la figura de un entrenador y no fue sencillo, la lista de entrenadores personales es ambiciosa, lo que se traduce en una elección difícil.
Cinco pasos para no equivocarte en tu elección
Como puede que te asalten las dudas, he preparado un guía de pasos a seguir que pueden servirte en la elección de tu entrenador. Ojo porque la formación y experiencia es fundamental, pero la parte psicológica juega un lugar destacado.
1.- ¿Qué esperas de tu entrenador? Antes de empezar la búsqueda de tu entrenador pregúntate primero cuáles son tus metas como corredor. Voy a ponerte un ejemplo. Si tu objetivo es correr un Maratón es lógico que busques un profesional que haya entrenado a corredores con el mismo objetivo que el tuyo.
2.- Empieza tu búsqueda. La búsqueda de un entrenador puede convertirse en una odisea. Investiga, sí hazlo, pero la mejor manera de acertar es que preguntes a otros corredores. Si tienes a alguien fichado, pregunta a amigos que conozcan cómo trabaja. La mejor carta de presentación de un entrenador es el feedback que deja entre los corredores.
3.- Asegúrate de que el entrenador es un profesional. Los certificados son importantes, pero igualmente lo son sus años de experiencia.
4.- ¿Qué tipo de relación quieres con él? Cuestiónate el tiempo que dispones para entrenar y el tipo de relación que quieres mantener con tu entrenador. ¿Buscas a alguien que te entrene de forma presencial o buscas que te envíe la planificación por correo electrónico? Es algo así como una relación en pareja, cada una prospera de forma distinta según cómo la tratemos y cuidemos.
Pues aquí sucede lo mismo, hay personas que necesitan un enfoque más práctico y que estén encima de ellas con entrenamientos presenciales, en cambio otras que quieren su plan de entrenamiento para ejecutarlo por su cuenta.
Esta parte es fundamental, tanto el entrenador como el corredor deben sentirse cómodos con el plan de entrenamiento elegido y para ello, la clave es la comunicación, semana tras semana.
Aquí van dos preguntas de un entrenador a su deportista que considero claves para seguir avanzando en la buena dirección: ¿Cómo te has encontrado esta semana tras el plan de entreno? ¿Cómo vas a tener la semana de trabajo, responsabilidades… para seguir con el entrene?
5.- Tú sabes cómo eres, ¿y cómo es la personalidad de tu entrenador? Puede que seas de los que te gusta que te den una palmadita en la espalda y que te digan lo bien que lo has hecho cada vez que has terminado un entrenamiento, o quizá no te satisface ningún elogio.
Estos detalles son más importantes de lo que parecen, así que piensa si quieres un entrenador con un entusiasmo desbordante o alguien que sea más moderado. No hay un carácter mejor que otro, de lo que se trata es saber cuál te motivará y funcionará mejor contigo.
Para terminar, PREGUNTA y no te conformes con el primero que encuentras o te presentan. Una vez llegado hasta aquí, la cuestión que tienes que hacerte es: ¿Realmente crees que tu entrenador te ayudará a alcanzar tus metas? Si tienes la confianza de responder con un SÍ, acertaste.