Es evidente que para algunos el running es el deporte más entretenido y cool del momento. Al menos, esa es la impresión que saca uno al ver las fotos que otros runners publican en sus redes sociales, principalmente en Instagram. Pero ¡ojo al postureo! porque puede llevar a engaño a más de uno. Muchos de ellos, al igual que tú, detestan correr pero saben disimularlo la mar de bien. Con estos sencillos trucos dejarás de odiar el running y, al mismo tiempo, combatirás el aburrimiento mientras lo practicas. ¿Por qué no darle una segunda oportunidad?
Olvida el crónometro
Esa obsesión que tiene algunos corredores por querer medir y controlar los tiempos cada vez que se calzan las zapatillas de running…da la sensación de que en cada entrenamiento hay que correr más que en el anterior y mejorar la marca porque en caso contrario parece que es un retroceso. Craso error. Salir a correr sin un cronómetro o pulsómetro (también en las carreras populares) te quitará un lastre de encima y hará que disfrutes mucho más mientras haces deporte.
Identifica las dificultades
¿Cuántas veces has escuchado que correr es como una droga (sana) porque engancha? Infinitas. Sin embargo, el calvario y el sufrimiento previo que muchos runners han experimentado antes de llegar a ese punto de éxtasis lo omiten. Ahora todo parece idílico a tenor de las fotos que cuelgan, pero la realidad es bien diferente. Por eso es importante que antes de salir a correr te pares a pensar un momento e identifiques las dificultades físicas como psicológicas para hacerles frente y vencerles de una vez por todas.
Fíjate objetivos realistas y sencillos
Si no tienes la capacidad o el tiempo necesario para poder lograr un objetivo, simplemente descártalo. De lo contrario, será un quebradero de cabeza. Fíjate siempre objetivos realistas y no metas imposibles de alcanzar. Si el tuyo es mantenerte en forma, perder peso en X tiempo o ser capaz de correr durante 30 minutos al trote pero sin parar, escríbelo en un trozo de papel y chincheta al canto para que sea bien visible. Una buena manera para estar y seguir motivado.
Corre acompañado
A excepción de esos que ya están enganchados y el running parece ser el epicentro de sus vidas, para el resto de los mortales correr solo es una auténtico peñazo. Lo sabemos. Pero quedarse tirado en el sofá no es la mejor de las soluciones. Adoptar un compromiso con alguien o con un grupo para salir a correr te ayudará a combatir el aburrimiento. El simple hecho de ir acompañado hará que el recorrido sea mucho más llevadero. Y si además de dar zancadas eres capaz de mantener una conversación, verás cómo correr se convierte en terapéutico.
Cambia de recorrido
Repetir siempre el mismo camino cada vez que sales a correr aburre y agota a cualquiera. Por esta razón, variar un poco el recorrido y romper con la rutina es una excelente fórmula para no mirar con animadversión al running. Una buena idea para que no suceda esto es tener tres o cuatro circuitos alternativos y complementarios. Por ejemplo: unos más llanos para rodar esos días en lo que estás más cansado y otros con pequeñas subidas y bajadas para cuando la fuerza te acompañe.
No te machaques
Uno de los errores más habituales que se cometen es salir a machacarse desde el minuto uno y desde el primer día. ¿Para qué? No tienes que demostrar nada a nadie. Se supone que haces deporte porque te gusta ¿No es así? Tómatelo con tranquilidad y disfruta del momento. Lo más recomendable es comenzar poco a poco e ir incrementando el ritmo y los kilómetros progresivamente. Si no alejas definitivamente el sufrimiento estarás amargado cada vez que salgas a correr.