¡Costó tanto empezar a correr! Las primeras agujetas, coger la rutina, lograr mejorar los tiempos… ¿Y ahora qué? Tomar un descanso es bueno, más bien recomendable, pero si paras por completo tu cuerpo lo nota y la vuelta a la rutina será más dura. Si tanto te aporta hacer ejercicio, pongamos como ejemplo practicar running, sigue exprimiendo todo lo que puede aportarte este deporte en tus vacaciones.
Si se te ha pasado por la cabeza meter las zapatillas en tu maleta, pero eres consciente de que no será nada fácil ponértelas (puede que te pueda más un chapuzón o una caña con los amigos), te dejo con una guía sobre lo que debes tener en cuenta para que esas zapatillas no vuelvan a casa intactas.
1.- Sal de tu zona de confort: Investiga. Si veraneas siempre en el mismo lugar, no te quedes con la ruta de siempre. Antes de salir a entrenar, busca nuevos caminos y no seas tan estricto con tu plan de entrene. Alimenta a tu cabeza con nuevos recorridos, no la satures con el mismo trayecto de todos los veranos.
2.- Busca un socio: El objetivo es salir a hacer deporte, ¿no? Entonces no busques escusas de que si corres acompañado irás más lento o todo lo contrario, acabarán contigo. Tu socio de kilómetros te ayudará a ser honesto contigo mismo, sobre todo cuando estés apunto de cancelar la carrera que tenéis programada.
3.- Lleva efectivo: No olvides llevar algo de efectivo encima. ¿Para correr? Sí. Cuando te vas de vacaciones descubres nuevos lugares y si sales a correr, no sabes lo que podrás encontrarte en el camino. Quizá te topes con un vendedor en la carretera con frutas frescas o piezas artesanales que te chiflen. ¿Qué te deparará tu próxima salida runner?
4.- Déjate en casa el pulsómetro: Si en alguna ocasión se te pasó por la cabeza correr a sensaciones, este es el mejor momento. No te agobies, no te satures por cumplir tus entrenamientos. Ahora hace calor y no es fácil mantener las intensidades a las que estás acostumbrado. Déjate llevar y comprueba qué te sucede, cómo te sientes al terminar.
5.- Hidrátate, pero no solo a base de cócteles: El típico consejo: “En verano, hidrátate más que nunca”. Eso no se traduce en eliminar el agua y que el único líquido que pase por tu cuerpo sean los cócteles o cervezas. Si tienes pensado correr, no dejes de lado el agua. Te lanzo una idea ¿qué tal programar una ruta de fuentes?
6.- Quien madruga…: Corre temprano, no se hable más. Si tu ruta de viaje está apretada, levántate pronto y deja los deberes hechos.
7.- De ruta y ¡tomando el sol! Si entre tus objetivos de verano se encuentra tomar el sol, cuando salgas a correr matarás dos pájaros de un tiro: harás deporte y sumarás vitamina D (ayuda al cuerpo a absorber el calcio y a tener unos huesos fuertes). Pero ojo, sí o sí ponte crema protectora, como si te bajaras a la playa.
Para terminar, también puedes hacer turismo apuntándote a una carrera. Recorrerás lugares que en modo turista puede que no harías. Imagina: Avenidas emblemáticas sin tráfico, cortadas exclusivamente para corredores ¿mereció la pena meter las zapatillas en la maleta?