La nutrición es un parte fundamental en la vida de cualquier deportista. Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo no se dedica a otra cosa más entretenida que a quemar y a destruir nutrientes, por lo que reponerlos una vez hemos acabado es fundamental.
Si no reponemos rápidamente estos aminoácidos y esta glucosa que acabamos de perder, al día siguiente estaremos, literalmente, hechos polvo, pues nuestros músculos no habrán podido encontrar sus “alimentos” en lo que hayamos (o no hayamos) ingerido.
Esta reposición de energía ha dado lugar a numerosos estudios nutricionales acerca de lo que era conveniente o no tomar después de hacer ejercicio, y los últimos parece que han llegado a una conclusión en común: la leche es la mejor bebida que puedes tomar después de haberte machacado en el gimnasio.
Ni bebidas energéticas, ni combinados de huevos, ni batidos de proteínas, un buen vaso de leche te dejará como nuevo al día siguiente. La explicación es sencilla.
Una taza de leche de unos 250ml contiene aproximadamente 8 gramos de proteína, 13 gr de carbohidratos, 8 gr de grasa, 250 mg de calcio y 107 gr de sodio, lo que la convierte en la combinación perfecta para “dar de comer” a tus músculos una vez has acabado de hacer gimnasia.
De hecho, en uno de los estudios que así lo han demostrado, probaron con 24 hombres que estuvieron haciendo, durante una hora, una dura tabla de ejercicios con flexiones y press de todo tipo. Al finalizar la rutina, unos tomaron 500 ml de leche, otros 1000 ml, y el otro grupo 1000 ml de agua.
El resultado: después de los análisis pertinentes que les hicieron a las 24, 48 y 72 horas, se demostró que, con 600 ml de leche, el cuerpo recupera los niveles de proteína necesarios para maximizar la adaptación del músculo después de hacer ejercicio.
Si esto aún no fuera convincente del todo, en otro estudio, 15 hombres de unos 25 años estuvieron montando en bici estática durante una hora con prendas deportivas destinadas a que sudaran al máximo posible.
Tras esto, les dieron a beber diferentes bebidas: leche de vaca, de soja, leche suplementada con calcio y Powerade. Sorprendentemente, los que bebieron la leche suplementada recuperaron mucho mejor que el resto, quedando en último lugar los que ingirieron la bebida comercial.
Así que, ya sabes, si estás pensando en qué tomar después de hacer deporte, no lo dudes y bébete un vaso de leche que, además, es barato, de fácil preparación y recupera tus electrolitos con más rapidez que el agua o las bebidas que se dicen hidratantes.