¿Quién nos iba a decir a nosotros, amantes de las camisetas de propaganda y las mallas desgastadas, que adquirir prendas deportivas nuevas, relucientes y que nos hagan sentir guapos iba a ser uno de los pilares fundamentales de nuestra vida sana.
Mientras que de toda la vida de Dios, las personas que se aficionaban al deporte (al que fuera) lo practicaban con la ropa que ya se había quedado vieja o con prendas que habían conseguido bebiendo un determinado ron en las fiestas del pueblo, ahora no solo nos gastamos una auténtica fortuna en camisetas y pantalones transpirables, sino que eso nos ayuda a mantenernos en forma. ¿Cómo?
Por sorprendente que parezca, comprarnos esas zapatillas que cuestan lo que un alquiler o llevar ese bañador que le viste a Gemma Mengual en las Olimpiadas puede hacer que tu motivación no desaparezca. Al menos eso asegura una encuesta llevada a cabo por Barbell Apparel, una firma de ropa mayoritariamente deportiva que quiso saber si los estilismos ‘fitness’ realmente ayudaban a las personas a seguir motivados y cumplir sus objetivos.
Y vaya que sí lo hace. La encuesta, realizada a 2.000 personas (hombres y mujeres) que acuden al gimnasio regularmente lo tuvieron claro: nueve de cada 10 (88 %) aseguraron que con solo ponerse ropa deportiva que les guste y con la que se vean favorecidos se sentían motivados para ir al gimnasio y, efectivamente, acababan yendo. “La confianza es la mitad de la batalla y si te haces con prendas que realcen los resultados físicos que vas consiguiendo eso te ayudará a que quieras seguir sudando”, asegura Alex Hanson, cofundador de Barbell Apparel.
De hecho, tiene más sentido que el que pensamos. De la misma encuesta se desprende que lo que más motiva a la gente a la hora ir al gimnasio es observar los cambios que el entrenamiento está realizando en sus cuerpos. ¿Y cuál es la mejor manera de verlos? Pues con ropa que nos favorezca. Aunque no solo se trata de comprarte la camiseta que luce Jennifer Lopez por Central Park mientras hace running, se trata de que sea ropa de calidad.
Ojito ahí porque parece hacer una correlación entre aquellas personas que realizan un buen entrenamiento físico (con su sudor y lágrimas y todo eso) y la calidad de sus prendas y zapatillas. De hecho, el 80 % de los encuestados que valoraron su trabajo en el gimnasio como muy satisfactorio, reconocieron que el uso de ropa deportiva adecuada jugó una baza fundamental en este sentido.
“Fundamos nuestra compañía con la creencia de que la ropa hecha por expertos podría ayudar a apoyar y motivar a las personas a alcanzar su máximo potencial en el gimnasio. A veces, todo lo que se necesita para afrontar el próximo entrenamiento es ponerse una prenda increíble que te motive. Al final del día, aquellos que obtienen los mejores resultados rara vez son los más talentosos, pero casi siempre los más motivados”, asegura Hanson.
De hecho, un estudio llamado “El manejo del color en las actividades físico-deportivas recreativas”, realizado por Jesús Ignacio Benitez Llanes, Santiago Calero Morales y Cristobal Cholotio (de las Universidades de Cuba y Ecuador), hace hincapié en la importancia de las tonalidades en la ropa deportiva. Según este, el color gris implica equilibrio (al ser el tono resultante del blanco y el negro), el azul aporta seguridad emocional y serenidad por lo que inspira confianza a la persona que lo loce y por ello también es conveniente utilizarlo en la práctica de deportes acuáticos y marítimos, el verde y el amarillo despiertan “una energía incansable en las capacidades de los deportistas”…
En definitiva, los colores cálidos (amarillos, rojos naranjas y púrpuras) “producen sensaciones de alegría, dinamismo, confianza y amistad entre los deportistas”, mientras que los colores fríos (azules, verdes, grises y violetas) “producen sensación de tranquilidad y serenidad”.
En definitiva, la próxima vez que vayas a comprarte ropa deportiva, piénsatelo dos veces.