Entre un 30 y un 50% de las lesiones deportivas son en las rodillas, las primeras perjudicadas a pesar de estar "diseñadas" para realizar lo que se consideran funciones básicas como pueden ser correr o caminar. Nuestro estilo de vida y el sufrimiento al que las sometemos hacen necesario protegerlas.
"La clave está en fortalecer la musculatura que la rodea y que sea ella la que soporte la mayor parte de la tensión a la que cada día está sometida: los cuádriceps, los gemelos y los isquiotibiales deben estar fuertes siempre", aconseja el doctor Manuel Villanueva, traumatólogo y director médico de Instituto Avanfi.
En la moda por la práctica de deportes extremos o de ultrarresistencia se esconden las razones del daño en rodillas, en los excesos pero incluso también en todo lo contrario. El sedentarismo o la obesidad pueden provocar igualmente lesiones en las articulaciones, así como una mala técnica al correr y los impactos repetitivos. Existen una serie de consejos para que no te duela las rodillas.
1.- Podemos prevenir, lucir unas rodillas sanas y hacer deporte sin dolor. Para ello hay que adquirir una buena higiene postural, sobre todo si corremos de forma regular, o usar calzado adecuado, aunque existen otras medidas que pueden preservar la salud de las rodillas.
2.- El especialista aconseja ingerir alimentos ricos en zinc y magnesio, mantener una adecuada hidratación o consumir suplementos nutricionales que protegen el cartílago y por extensión la rodilla, como el sulfato de glucosamina o el sulfato de condroitina. La combinación de los dos tiene el mayor efecto y evidencia científica para frenar o retrasar la artrosis u operaciones por esta indicación.
3.- A pesar de los cuidados no debemos descuidar ni dejar de escuchar a nuestro cuerpo. Es esencial no ponernos en riesgo y estar atentos a las señales que apuntan a posibles fallos, como la hinchazón, el dolor o un ligero chasquido.
"Si existe una lesión, correr o hacer determinados tipos de ejercicio pueden provocar dolor. No obstante, es bueno que las personas con dolor de rodilla no dejen de practicar actividad física. En estos casos, es mejor practicar deportes como la natación, bicicleta o andar en lugar de correr", comenta el especialista.
"En el caso de los deportistas de élite y muchos deportistas aficionados, sobre todo en edades medias de la vida, muchos siguen realizando su actividad gracias a las infiltraciones, una técnica habitual que consiste en inyectar un fármaco en una articulación, como la rodilla, o en una zona lesionada con fines terapéuticos o diagnósticos", explica el Dr. Villanueva.
Bajar la intensidad sí, pero sin parar, hay que tener en cuenta de que caminar deprisa o correr disminuye el riesgo de artrosis y dolor en las articulaciones en hombres y mujeres de 70 a 90 años.
Si aún así no queremos exponernos demasiado, tendremos que ser precavidos con los deportes con riesgo de impacto como el fútbol o el baloncesto y con aquellos que requieran movimientos repetitivos. Larga vida a nuestras rodillas.