Ojalá pudieras entrenar desde casa, pero claro, no tienes el material necesario. La mejor solución es... ¡cuerpo a tierra! No necesitas mancuernas, gomas ni ningún otro material. Te traemos una serie de ejercicios que vas a poder realizar sin moverte de su salón y tumbado en el suelo.
Unas flexiones para empezar
Para desarrollar pectorales, tríceps y hombros no hay nada mejor que hacer unas buenas flexiones. Seguro que ya sabes de qué va la cosa. Se trata de empujar el suelo con los brazos para levantar tu cuerpo.
Ponte boca abajo y apoya las manos con una pequeña rotación externa. Recuerda que no debes colocar los brazos muy abiertos. Tus manos y codos deben formar un ángulo respecto al tronco de unos 45 grados. ¡Sube y baja manteniendo la espalda recta!
Abducción lateral de piernas para endurecer tus glúteos
Aunque te cueste creerlo, puedes poner tu culo bien duro sin necesidad de irte al gimnasio. Túmbate de lado y pega la cabeza a tu brazo. Con el abdomen bien apretado, eleva la pierna que no está pegada al suelo al mismo tiempo que la mantienes recta.
Para hacer el ejercicio más completo puedes llevar el brazo que tienes libre (manteniéndolo también recto) hacia la pierna mientras la elevas.
Por si todavía quieres ponerlos más duros: patada de glúteo
Si quieres que todas las miradas vayan a tu trasero, vas a querer trabajarlo un poco más. Para tener unos glúteos aún más duros, acuéstate boca abajo sobre tu esterilla. Apoyado sobre los antebrazos y sin levantar el tronco, eleva primero una pierna hacia atrás y luego otra, manteniéndolas rectas. Súbelas todo lo que puedas alternando y prueba a aguantarlas unos segundos arriba antes de bajarlas.
Trabaja la cintura y di adiós al flotador
Acuéstate boca arriba y pon las piernas flexionadas como si fueras a hacer abdominales. Con los brazos estirados, intenta tocar la suela de tus zapatos con la punta de tus dedos sin elevar el tronco y manteniendo los abdominales apretados. Primero lleva tu brazo derecho hacia el pie derecho y después haz lo mismo con el brazo y pie izquierdo. Deberás notar cómo trabaja tu cintura.
Abdominales para una tableta de acero
Ya que estás en posición, no tienes excusa para hacerte unas series de abdominales. Es un ejercicio que ya conoces de sobra y que en el gimnasio siempre aprovechas como excusa para acostarte un ratito. Tumbado boca arriba y con la rodillas flexionadas, coloca los brazos tras la nuca. Sin hacer fuerza con el cuello y manteniendo la espalda recta, sube hasta tus rodillas. Vuelve a bajar y repite hasta completar tus series. Si quieres hacer el ejercicio más intenso, puedes mantener tus pies en el aire formando un ángulo de 90 grados.
No te olvides de tu torso
Ponte en posición de hacer flexiones. En este caso no es necesario que bajes. Mantén tus glúteos apretados y la espalda recta, mientras vas alternando la acción de llevar primero la mano derecha hacia el hombro izquierdo y después la mano izquierda hacia el hombro contrario. Se trata de un ejercicio para ganar estabilidad y trabajar la zona del core.
La zona lumbar también se entrena
Acuéstate boca abajo, con los brazos estirados hacia el frente. Deberás elevarlos hacia arriba al mismo tiempo que las piernas. Al levantar tus extremidades inhala y al bajar, exhala. El abdomen debe de estar apretado y tu cabeza tiene que mirar al frente. Con este ejercicio trabajarás sobre todo la zona de la espalda baja.
Entrenar tumbado en el suelo puede ser una buena idea para esos días vagos en los que da pereza ir al gimnasio. Sin embargo, no lo conviertas en una costumbre. Levantarse e ir al gimnasio o salir a la calle a hacer ejercicio siempre será una opción mucho más saludable.