Por esa razón, cada vez más, los gimnasios ofrecen todo tipo de actividades para poder “atraer” al género femenino y hacer que consigan su objetivo de una manera más amena, divertida, pero también eficaz.
Hace años, mientras los chicos se mataban levantando pesas, el sexo opuesto hacía lo mismo en las famosísimas clases de aeróbic. Unas clases que combinaban coreografías al ritmo de la música, con movimientos específicos que trabajaban aquellas zonas que más interesaban (léase glúteos, piernas y abdomen).
Pero esa actividad, con el paso del tiempo no es que se quedara corta, sino que se descubrieron otro tipo de clases que, con similar resultado, eran diferentes, variadas, y para todo tipo de gustos.
Y llegó el boom del Pilates, el Zumba, o las clases de Body Combat, o Body Pump. Aunque tampoco se puede decir que haya sido un boom, porque varios años después, esas clases siguen al pie del cañón con aforos completos en la mayoría de los gimnasios.
Pero aun así, ¿sabes cuáles son las clases que más se llenan en estas fechas?
Bien, por mi experiencia (no tanto como instructor de clases colectivas), cualquier clase que incorpore coreografías al ritmo de los más novedosos hits que lo petan en la radio, es más que probable que genere alguna otra que lista de espera para poder apuntarse.
Este es el caso del Zumba, una mezcla de ritmos latinos (merengue, salsa, bachata, e incluso flamenco) creada por Alberto “Beto” Pérez casi sin querer, ya que esta modalidad de entrenamiento nación en los años 90 cuando Pérez olvidó sus CD para dar la clase.
Entonces fue cuando fue a su coche a por algunos discos que tenía en la guantera (la mayoría de este tipo de géneros), e improvisó una clase. Tal fue la acogida, que se puso a diseñar una nueva clase con ritmos latinos, que hiciera disfrutar a las alumnas mientras adelgazan y tonifican. Y todo esto al más puro estilo caribeño.
Entre los beneficios de esta disciplina encontramos:
- Es un excelente quemador de calorías, con hasta 800 calorías por clase.
- Cualquier tipo de baile ayuda a tonificar brazos, piernas, glúteos y abdominales.
- Cada clase es diferente. Gracias a la variedad de ritmos latinos, cada sesión es diferente a la anterior.
- Puede adaptarse a todas las edades.
- Mayor socialización. Y es que no hay nada como echarte unas piezas para hacer amigos.
Pero esto no es todo, por otro lado tenemos un perfil de mujeres que, ya sea por vergüenza, falta de autoestima, o por miedo a lo desconocido, no se atreven aún a meterse a clases donde el baile sea el protagonista.
Y por esa razón, la medalla de plata se la lleva el Body Pump (con todas sus variantes que no sean de Les Milles), una clase donde se llevan a cabo diferentes ejercicios típicos de la sala de pesas, pero todo al ritmo de la música.
La ventaja de esto es que no requiere de una gran coordinación, y puede adaptarse a cualquier tipo de estado de forma.
En el Body Pump basta con tener tu sitio, colocar un step, y una barra con algunos discos. Durante la hora que dura la clase, irás entrenando todo el cuerpo con ejercicios guiados por el entrenador.
Una vez más, la música es la gran protagonista, ya que si alguna vez ves o te metes en una clase de Body Pump, verás que los ejercicios no distan muchos de los que se hacen en la sala de pesas. La diferencia es que en este caso, la música lo hace más ameno, y el hecho de estar rodeada de gente y con la música, hace que te exprimas un poco más que si estuvieras levantando una barra 15 veces, tú sola.
Por último, para aquellas afortunadas que puedan disfrutar de más de una clase al día, el G.A.P .es la que se lleva la medalla de bronce (eso sí, como complemento).
El G.A.P. no es otra cosa que un entrenamiento de Glúteos, Abdomen, y Piernas sin apenas componente aeróbico.
Por eso, puede considerarse un gran complemento si lo haces junto con alguna otra clase que queme más calorías. De ese modo podrás quemar la grasa mientras tonificas lo que más te interesa.