Llámalo subir una montaña, tirarte en paracaídas, hacer puenting o, por qué no, correr una maratón. Bueno, sí es así, has de saber que no estás solo, que no es un ramalazo que te haya dado a ti solo. Es más habitual de lo que parece.
En el libro “La ciencia de la larga vida”, de Valentín Fuster y Josep Corbella, tratan de explicarlo basándose en distintos estudios: “Cuando se analiza la edad de las personas que se inscriben por primera vez en una maratón, como han hecho investigadores de la Universidad de Nueva York y de la Universidad de California, se descubre que el mayor número corresponde a corredores con una edad acabada en nueve”, afirman.
Y no solo eso, sino que dan datos exactos: “concretamente, veintinueve, treinta y nueve, cuarenta y nueve y cincuenta y nueve años, que representan el 14,8% de todos los inscritos, en lugar del 10% que cabría especial si no tuvieran una motivación adicional”, escriben.
¿Y esto por qué ocurre? ¿Por qué puedes tener esa motivación extra a esa edad? Muy fácil: porque notas que te haces mayor, que cambias una etapa de tu vida por otra y que ha llegado el momento de hacer eso que siempre quisiste hacer.
Además, los escritores también aportan un dato más que curioso: “de media, estas personas corren un 2,3% más rápido que los atletas de otras edades, lo que se explica porque suelen estar más motivados y, probablemente, se hayan preparado mejor la carrera”.
Si aún te estás preguntando que todo esto está muy bien pero que por qué sucede cuando cambias de década y no de lustro, por ejemplo, los autores del libro dan una explicación más que convincente.
“La naturaleza nos ha dotado de cinco dedos en cada mano y hemos aprendido a contar de diez en diez. Si solo tuviéramos cuatro dedos, tendríamos crisis por la edad cada ocho años (…) si tuviéramos seis, cada doce”, afirman.
Así que, ya sabes, si estás en ese momento en el que vas a cambiar de década y sientes impulsos por hacer cosas nuevas, por darle un toque especial a tu vida, hazlo, no te cortes, que cuando llegues a la nueva década todo será distinto (o no).