Imagínate que estás sentado en tu puesto de trabajo tranquilamente y, de repente, suena una alarma que te indica que te levantes de la silla y te pongas a caminar. Por obligación. Por imposición de la empresa. Suena raro ¿verdad?
Esto es parecido a lo que les pasa a los trabajadores de una empresa china, cuyos máximos responsables han implantado un sistema de ejercicio físico para evitar el sedentarismo y, a medio y largo plazo, los problemas de salud derivados, bajas laborables, etc.
En concreto, los trabajadores están obligados a instalarse la aplicación We Chat en sus terminales móviles. Esta app, aparte de servir para mensajería instantánea, también mide los pasos que sus usuarios dan al día.
Los trabajadores de esta empresa china están obligados a dar los famosos 10.000 pasos al día, lo que en términos prácticos vienen a ser unos 8 kilómetros. Lo pueden hacer en sus desplazamientos desde casa al trabajo y viceversa, pero no es extraño que a media mañana se tengan que ir a dar un paseo para cumplirlo.
Porque el castigo, si no lo hacen es peor. No son consecuencias laborales, sino que todos aquellos que no lleguen a la meta tienen que hacer, al finalizar la jornada, entre 50 y 100 flexiones.
No obstante, aquellos que ya hicieran deporte a diario están exentos de esta práctica deportiva dentro de la empresa. Al resto les toca andar.
Y esto, claro, provoca quejas dentro de la empresa. Por ejemplo, uno de los trabajadores que sí que cumplían con los 10.000 pasos, se quejaba de que muchos de sus compañeros ahora no tienen tiempo para el almuerzo.
Para otro, sin embargo, lo más preocupante de todo es que ya no podía estar jugando con sus videojuegos en el teléfono móvil en el tiempo libre y ahora se tenía que ir a caminar por la calle.
La compañía se defiende en su idea alegando que muchos de sus trabajadores se pasan las ocho horas del día sentados delante del ordenador, y, aunque sean jóvenes, les provoca dolores de cuello y de espalda. Así que, a pesar de los inconvenientes, puede que no sea tan mala idea.