Fruto de este boom han surgido numerosos estudios en los que se analizan los hábitos del sector, así como los números que arrojan las cuentas corrientes de las marcas de deportes. O, mejor dicho, lo que se gastan los corredores en estar a la última moda.
El último análisis ha sido el que que ha realizado el laboratorio farmacéutico CINFA y que ha sido avalado por la Sociedad Española de Medina del Deporte (SEMED), en el que se recogen los principales gustos de los runners españoles.
Uno de los datos más llamativos de este estudio, que analizó a “una muestra representativa de casi 2.400 mujeres y hombres de entre 20 y 60 años que corren al menos dos veces a la semana, residentes en todas las comunidades autónomas”, es la inversión mensual de un corredor: una media de 39,6€ al mes.
Este dato, que puede parecer poco dinero, si lo multiplicamos por los 12 meses del año, da que, aproximadamente, cada corredor gasta al año 475€ solo en running. Dependerá, claro, del nivel de cada uno, y de la calidad de los materiales en los que invierta. En este sentido, también estarían incluidos los gastos por los dorsales para las carreras.
Según recoge el estudio, “Cantabria destaca por ser, con 48,5 euros al mes, la comunidad cuyos corredores más gastan en practicar running, mientras que Aragón es donde menos invierten: 29,6 euros mensuales”, y, como norma general, “las mujeres invierten de media 2 euros más que los hombres al mes”.
Otro de los datos en los que hace especial hincapié dicho estudio tiene que ver con las lesiones deportivas. En muchas ocasiones hemos hablado aquí de la importancia de hacerse un buen chequeo médico si vas a empezar a correr, precisamente para evitar problemas graves de salud y prevenir sustos.
Pues bien, según el estudio, “tres de cada cuatro corredores españoles no se han realizado nunca una prueba de esfuerzo (75,1%). Tampoco se muestran concienciados sobre la necesidad de tomar esta precaución los corredores de maratón –cuatro de cada diez (40,8%) no se la han realizado jamás– ni los runners que padecen una afección cardiovascular previa, pues siete de cada diez (69,8%) no se han sometido nunca a este test”.