¿Te da repelús cuando oyes a algún colega tuyo decir que ha corrido la friolera de 21k y que su próximo reto será intentar terminar una maratón? Quizás está un poco zumbado. Te entiendo perfectamente. Así que mejor vayamos a algo más mundano: ¿Se te ponen los pelos de punta cada vez que un familiar te insinúa para inscribirte con él en una prueba popular de 10 kilómetros de distancia que terminarían hasta tus sobrinos de la ESO?
Sabemos que eres un runner, pero de postín. Te gusta el running o eso que algunos todavía llaman correr, pero sin sufrir. En pequeñas dosis. A cucharaditas, como los niños pequeños. No te avergüences. A estas alturas de la película ya nos conocemos bastante bien. En realidad, odias a muerte hacer ejercicio y llevar un estilo de vida saludable. Tu deporte favorito es no dar un palo al agua y tu influencer de referencia es Homer Simpson. Ante todo, respeto.
Estimado lector o lectora de Correr y Fitness, tienes una suerte que no te la mereces. Ha nacido la carrera con la que siempre habías soñado. La prueba perfecta para los procrastinadores y haters del running. Agárrate fuerte a la silla y sujeta bien el té o la birra porque cuando te diga la distancia te va a entrar la risa. ¿Are you ready? ¡0,5 kilómetros! Te lo digo de otra forma por si eres un zoquete en matemáticas: 500 metros. Si rompes a sudar o te despeinas es un milagro. Una carrera para vagos redomados.
Esta prueba, definida por los propios organizadores como de ‘bajo rendimiento’, se celebra el primer fin de semana de mayo en la localidad estadounidense de Boerne (Texas) y el propósito de la misma es con fines solidarios. Una carrera diseñada para aquellos que odian el running y esforzarse, ya que completarla -por muy holgazán que seas- te llevará entre cinco y diez minutos corriendo. Eso ya dependerá de si haces alguna paradita a medio recorrido (avituallamiento) para tomar un café con un donut o echarte a un cigarrito.
Dorsal VIP para los más holgazanes
Procrastinar es una opción, pero si quieres acudir algún año no te duermas en los laureles porque las inscripciones (25 dólares por cada gandul participante) para la Boerne 0,5k suelen agotarse. Sin embargo, y a pesar de la irrisoria distancia, correr no está hecho para ciertas personas. Para los casos de mayor flojera y vagancia, la organización cuenta con undorsal VIP, cuyo precio asciende a 50 dólares, gracias al cual no tendrás que dar ni un solo paso. Una furgo retro te llevará desde la línea de salida hasta la meta.
Aunque suene a coña marinera en la Boerne 0,5k se premia con medallas a los menos vagos y la organización sabe cómo cuidar en todo momento a esta élite de atletas participantes obsequiándoles con una cervecita de bienvenida y otra al finalizar los 500 metros para que no desfallezcan. Como colofón, una fiesta por todo lo alto en la que se recaudan fondos para una buena causa benéfica. Una prueba con tintes irónicos para satirizar al resto de carreras populares.