Beber agua es fundamental para la salud. Lo llevan tiempo diciendo y repitiendo el 99% los médicos (ya sabéis que siempre hay un 1% que va contracorriente) e incluso cualquier hijo de vecino que ha oído hablar de la deshidratación.
El agua es básica para mantenernos hidratados, ayudar a limpiar nuestros riñones, transmitir alimento y oxígeno a las células... ¡Si más de la mitad de nuestro cuerpo es agua! Por el amor de Dios, ¿necesitas más pruebas para darle al litro y medio diario recomendado?
En caso afirmativo, toma nota: si tu objetivo es perder un poco de peso y mantener una dieta equilibrada, nuestra fórmula amiga H2O te puede ayudar a quemar cerca de 500 calorías por semana. Te contamos cómo.
Drink water, my friend
Cuanta más agua bebes, más lleno te sientes. De hecho, el beber agua a lo largo de la mañana o de la tarde te ahorrará el picotear entre horas.
Si riegas con agua tu estómago mientras desayunas, comes o cenas, también ayudarás a que tu estómago esté más satisfecho con menos calorías.
Vamos, que olvides de una vez por todas aquello de “de este agua no beberé” porque a poco que tengas un vaso a mano compensa darle un trago, especialmente si todavía no te has llevado nada a la boca...
Así lo asegura una reciente investigación publicada en la revista Obesity en la cual analizaron los cambios de niveles en el peso y volumen de dos grupos de adultos que dividieron entre los que debían beber medio litro de agua minutos previos a la hora de comer y los que debían imaginarse que estaban llenos antes de lanzarse a los platos.
Mientras que los primeros perdieron algo más de un kilo –tras realizar la rutina de la ingesta líquida durante al menos 12 semanas–, los que tuvieron que dar rienda suelta a su imaginación se quedaron igual. ¿Magia? No. Estómagos semi-saciados por el agua, hambre controlada.
“¿Valdrá con cualquier líquido?”, podrás estar preguntándote en un claro ‘a ver si cuela’. La mayor parte de refrescos y bebidas preparadas –por mucho que en la etiqueta indique que se trata de zumos naturales– contienen grandes cantidades de azúcar o, en sus versiones light, edulcorantes y aditivos que pueden ser de todo menos saludables.
Hablemos claro: el agua es lo más sano que puedes tomar, así que, si no lo has hecho ya, apúntate al club de los que van con la botellita de agua a todas partes (‘matrícula gratis’ si es del grifo) y la rellenan y rellenan sin parar a lo largo del día y engullirás menos calorías menos a la semana. Un momento, ¿y si además de evitarlas las quemas? Allá vamos.
Más claro, agua. Pero helada
Un par de vasos de agua son suficientes para que el metabolismo reaccione como reaccionas tú cuando te estás quedando dormido en el autobús y te da un tirón en el cuello por el cabeceo.
Esos tragos hacen que aumente el gasto calórico propio y la quema de grasas, pero su efecto puede ser todavía más impactante en tu organismo si el agua está helada.
Y no lo decimos nosotros, sino gente de fiar: nada más y nada menos que un estudio realizado en un hospital alemán en el que descubrieron que los participantes que se tomaron dos vasos de agua a temperatura ambiente aumentaron su tasa metabólica en un 30% en sólo media hora.
Porcentaje que aumentaba si el H2O estaba todavía más fresquito. ¿Más magia? Que no. Esta actividad repentina del organismo se debe, en gran medida, a que los cuerpos necesitan gastar energía para calentar el agua fría que ingerimos y ponerla a la temperatura corporal habitual.
Si seguimos esa lógica de nuestro cuerpo, cuanto más fría bebamos el agua, más energía gastaremos.
Otro artículo científico publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism que defendía esta teoría, asegura que si te bebes un vaso de agua de unos 25 cl con hielo (y, buenas noticias, no hace falta que eches bayas de enebro o quinoa triturada) tu cuerpo quemará alrededor de 7 calorías, según un estudio publicado en una revista científica.
Ergo, si bebieses unos 10 vasos de agua fría al día, quemarías un extra de... (ruidito de calculadora)... ¡490 calorías por semana!
Si sigues estos acuosos consejos siempre acompañados de una dieta sana y suficiente ejercicio o, por mucha vida acuática que lleves, cualquier esfuerzo se ahogará por el camino.