Pasar las fiestas sin que los turrones se hagan notar en la báscula no tiene por qué ser misión imposible, todo es cuestión de educación, de saber cuándo y cuánto comer.
“La gente que hace vida normal, por cuatro días que haya fiesta y comilonas no suele notarlo, el problema es cuando se empieza el día 10 de diciembre a celebrar las fiestas y se acaban el 10 de enero con el roscón, con lo que se gana una media de entre dos y cuatro kilos”, ahí radica el problema de los kilos y las comidas navideñas, asegura el Dr. Rubio, especialista en nutrición en el Hospital Clínico San Carlos.
Podemos pasarnos, sí, pero en momentos puntuales, siendo conscientes de lo que nos apetece de verdad en cada momento y evitando comer por comer.
La prudencia es la palabra clave pues, como explica el experto, una comida clásica navideña no tiene por qué tener muchas más calorías que una normal. Lo que suma son los extras: los vinos, cavas, turrones, aperitivos…
“Hay que tener en cuenta que 250 calorías que es lo que tiene un trozo de turrón o mazapán necesita 1 hora de paseo para metabolizarse”, recuerda el nutricionista, e insiste: “Los aperitivos, más el alcohol, el postre… fácilmente hablamos de 1.000 calorías más de las que consumimos habitualmente, lo que supondría cuatro horas de caminata. Si vas sumando todo lo que nos sobrepasamos en todos los días festivos luego no hay forma de compensarlo”.
Por ello debemos recurrir a trucos que nos permitan comer con libertad, pero evitar que los menús festivos nos pasen factura. El Dr. Rubio nos recomienda seguir unas normas que nos ayudarán:
1.- Empezar las comidas con un caldo sin tropezones quince minutos antes, así uno se sacia antes y come la mitad, evitando un almuerzo o cena abundante. Los caldos tienen cero calorías, además hidratan y te llenan la tripa.
2.- Hay que evitar tener toda la comida encima de la mesa y servirse como en un buffet libre. Mejor presentar los platos de uno en uno y comer únicamente lo que nos hayan servido.
3.- Sentarse junto a alguien que no coma mucho, pues uno tiende a comer como el de al lado. Si el comensal vecino controla, tú también lo harás, si come sin control harás lo mismo.
4.- Entre horas también se puede tomar frutos secos, mejor si están con la cáscara para entretenernos más e ingerir menos.
5.- Evitar tener turrones y demás dulces navideños en exposición para evitar caer en la tentación. En la medida de lo posible, sustituirlo por fruta.
6.- Caminar o pasear después de las comidas, evitar el sedentarismo.
Lo importante es reservarse para momentos concretos y no multiplicar los días de atracones. Y si no podemos evitarlo, lo recomendable es equilibrar los días siguientes.
Procurar estar bien hidratados si se ha bebido en exceso, consumiendo bebidas isotónicas, infusiones… para compensar el sodio, y comer más ligero para evitar la ingesta de calorías de más: ensaladas, caldos, fruta… y caminar
Lo mejor es siempre revenir, que los excesos nos conducen a 15 días o un mes de restricciones.