El termómetro sube, las ganas de hacer deporte al aire libre se acrecienta y, ¡cuidado!, no vale salir a correr con lo primero que pillemos, ni en la playa ni fuera de ella. El bañador no es prenda para hacer deporte; realizar ejercicio requiere de prendas con tejidos técnicos. No todo vale.
"La ropa de baño está contraindicada para hacer deporte, sobre todo de impacto, porque no son lo flexibles y cómodas que deben ser las prendas específicas, que además tienen una sujeción extra", asegura Carmen Soriano, técnico deportivo de Forus Barceló.
Correr por la orilla puede ser liberador y relajante, hacerlo en bañador no tanto. Aunque queramos sentirnos como los vigilantes de la playa, no parece que esta sea la mejor opción. La protección de estas prendas con respecto al sol es mínima pues "no cubre la piel y la precaución obliga a que extrememos los cuidados, hay que usar protección alta", aconseja la experta.
También es importante no renunciar a una buena fijación, la ausencia de un refuerzo pectoral en bañadores puede perjudicar la piel y los ligamentos del pecho. Los bikinis tradicionales de triángulo o bandeau no solo resultan incómodos sino que tampoco frenan los rebotes, que en caso de tallas grandes puede llegar a los 14 cm, con el consiguiente dolor y riesgo.
"Los tejidos de estos bañadores ni favorecen la ventilación ni sujetan lo suficiente, pues los tops que se utilizan en deporte deben frenar los movimientos que resultan incómodos y dolorosos, hay que procurar reducir el impacto que con una prenda especializada se puede reducir hasta la mitad, y en varones igual, hay bañadores que no llevan refuerzo interior y la zona genital debe estar sujeta sin que incomode ni comprima y eso con un bañador es difícil", asegura la técnico deportivo.
Además hay que buscar ropa que sea transpirable, que permita respirar a nuestra piel. Es importante que el sudor se absorba, por eso los tejidos técnicos son esenciales en la práctica del deporte y deberíamos descartar otros que una vez húmedos lo único que hacen es pesar más, producir rozaduras y heridas y enfriarnos.
La tecnología avanza rápido y lo conveniente es, en playa o ciudad, vestir prendas que compriman lo necesario y ofrezcan confort, elasticidad... El bikini y los "turbo" mejor los reservamos para las vacaciones veraniegas y en chanclas.