Tampoco vas a descubrir Roma con lo que aquí encuentres, pero al menos ante los sus ojos pasarás a ser original y alcanzarás una gran reputación.
Porque regalar zapatillas de running, o ropa técnica, o cachivaches electrónicos para trotar, está muy visto. Y seguramente ya hiciera acopio de ellos en el Black Friday de hace ya más de un mes.
Lo que tienes a continuación son ideas muy, muy útiles, algunas más caras que otras, para aquellas corredoras y corredores que las reciban.
Bono de masajes. Un clásico, sí. Pero con una gran capacidad antilesiones. El corredor es un ser duro. La runner es una tipa hecha de otra pasta.
Y por eso, a veces, sólo van al fisio cuando ya no hay más remedio. Con este bono, que ofrecen casi todos los fisios y osteópatas del mundo, será la excusa perfecta para que su visión austera del correr se lo impida. Los masajes de descargas, bien aplicados y en los momentos adecuados, son milagrosos.
Viaje a un maratón exótico. Que si Nueva York, que si Berlín… vale, que sí, pero que hay otras ciudades en el mundo. Infórmate en webs especializadas y lleva a tu pareja runner a una ciudad de la que desconociera que tiene un maratón.
Y es que seguramente termine suponiendo para él una gran experiencia. Porque los maratones menos famosos suelen dar un servicio al corredor espectacular.
Agua de mar filtrada. ¿Lo cualo? Sí. Aunque lleva tiempo comercializándose es ahora cuando cada vez más corredores (y otros deportistas) conocen su potencial.
Repone sales al organismo de forma mil veces más eficiente que las bebidas energéticas, y son esas sales las que permiten a los músculos seguir haciendo sus movimientos sin que aparezcan los calambres. Para después de correr y para llevar durante las pruebas más exigentes. De venta en farmacias y otros establecimientos.
Un curso de técnica de carrera intensivo. Aunque a ti te suene a chino, a él le gustará. Habrá oído hablar de ello pero quizás le haya dado pereza llevarlo a cabo por su cuenta. El objetivo: obtener una ergonomía óptima de carrera, más eficiente y menos lesiva.
Está comprobado que cuando pagas por algo a alguien que te va a dar un trato personalizado, te exiges más que cuando recibes instrucciones de forma gratuita.
Un manual de ejercicios con pesas rusas. Y una pesa rusa de 12 kg, para él, y para ella de 6, para empezar. Tienen forma de tetera. Por eso se las llama Kettelbells.
Con las diferentes rutinas que encuentres en el manual, el o la runner verá que va corriendo mejor, es decir, que hay transferencia rápida a la carrera. Lo mejor desde el punto de vista de los corredores a los que les gusta correr, es que con poquísimos minutos que hagas al día (cada dos o tres días) las mejoras son evidentes.
Un curso de transición al minimalismo. Esto va de correr con lo mínimo en los pies. ¿Y por qué? Porque el cuerpo humano está preparado para ello, pues ha evolucionado durante millones de años para correr y andar sin amortiguación, ni elevación del talón sobre los metatarsos.
Lo que ocurre es que el calzado ‘moderno’ ha ido atrofiando nuestros pies. Busca por Internet y contacta con los profesionales adecuados.
Aunque pregunta antes a tu pareja, primo, amiga... Tal vez sea de la religión de las zapatillas ‘cuanto más gordas y pero me hagan moverme mejor’, o tal vez no le gusten las experiencias nuevas. Pero si está continuamente lesionándose, no lo dudes.
Unas sandalias para correr. Y unos calcetines de dedos para el invierno. Está en relación con lo anterior. Se llaman, en realidad, huaraches.
Sí, se puede correr con sandalias y de forma saludable y divertida. Le sonará el libro ‘Nacidos para correr’, y seguramente se lo habrá leído, en el cual hablan de una tribu mexicana que las lleva y recorrer larguísimas distancias.
Un libro de alimentación orientada al running. Correr no sólo es correr, hacer ejercicios y descansar. Una parte muy importante es la alimentación.
Y existen pautas de alimentación orientadas a correr de forma más segura o para rendir más o para estar menos cansados. La cosa es que cuando busques estos libros, no sabrás por cuál decidirte.
Tranquilidad: todos suelen ser válidos aunque unos vayan hacia un lado otros, hacia otros. Lo esencial es entender lo que están contando. Ayuda ver el currículum vítae del autor para decidirse.
Un fin de semana de ensueño que coincida con su próximo ‘diezmil’. ‘Querrás decir ‘que no coincida’, no?’, me preguntaréis. Pues no. Habéis leído bien. Y me explico. Los corredores suelen competir demasiado.
Así, aunque al principio le parezca casi un contratiempo, a la larga te lo agradecerá. Si tu pareja compite demasiado necesita una excusa para no hacerlo. El descanso es perfecto para cargar las pilas y volver con más ganas.
Grupo de teatro. ¿Habéis visto la película ‘Familia’, de Fernando León de Aranoa? Pues igual. Busca un grupo de teatro y que juegue a que son sus amigas y amigos runner.
Que corran con él y le dejen ganar en las tiradas largas o llegar antes en las series. Y que en las cervezas de después le digan lo bueno que es. Seguramente ya estés hasta el gorro de hacerlo tú.