Creo que unos de los buenos propósitos del año, el que ocupa los primeros puestos es el típico: “este año me apunto al gimnasio”, “Mañana me pongo a cuidarme”. No esperes a que sea demasiado tarde y toma nota de las siguientes propuestas para mantener tu salud, tu estado de forma y tu peso a raya en estas fiestas.
Es un hecho que tendrás que asistir a diferentes cenas y comidas en las que no sé por qué extraña razón, parece tengamos que comer como si fuese a acabarse el mundo, y son muchas las justificaciones que damos a comer más de lo que necesitamos.
A ello le añadimos que suelen ser comidas con altos contenidos en grasas, salsas, además de los azúcares de cada uno de los innumerables dulces, pasteles, polvorones, turrones y chocolates varios.
Por otro lado, la ingesta de alcohol, o calorías vacías que se acumulan en forma de grasas, también aumenta. Si además reduces las horas de ejercicio físico, finalmente estaremos consumiendo más calorías de las que gastamos, y el resultado ya lo conocemos: ganancia de peso.
No hay por qué ganar peso si tratamos de buscar el equilibrio entre las calorías que consumimos y las que quemamos, sin que eso suponga perderte nada de las festividades, únicamente hay que controlar ciertos aspectos.
- Aumenta tu actividad física diaria: aprovecha a introducir nuevos hábitos como subir las escaleras de casa, bajarte una parada de metro antes para ir al trabajo, caminar más diariamente etc., por pequeños que sean estas acciones, son calorías extras que consumes.
- No abandones el ejercicio físico: Trata de mantener tu rutina semanal, y en caso de que sea imposible, al menos, haz una hora de ejercicio físico, sal a correr, o métete a una clase de ciclismo indoor los días que presumas vas a tener una ingesta calórica mayor motivo de una celebración. Es una forma de mantener el equilibrio entre lo que consumimos y lo que gastamos.
Los días de las grandes cenas o comidas, corre tu “San Silvestre” particular. No sólo te sentirás bien psíquicamente sino que aumentarás tu gasto energético.
Si dispones de poco tiempo, puedes optar por rutinas de ejercicio con trabajo interválico a una intensidad mayor.
- Bebe un par de vasos de agua antes de las comidas: Te mantendrá saciado y evitará que comas más de lo necesario.
- En ayunas: Toma un zumo de limón que ayuda a limpiar el organismo, a mantener los niveles de PH y una cuchara de semillas de lino, con alto contenido en Omega-3 y muy bueno para limpiar el aparato digestivo.
- Si tienes opción de elegir entre varios platos, asegúrate que al menos uno de ellos contiene verduras y hortalizas para incrementar la ingesta de fibra.
- Aprovecha las frutas de temporada para picar entre horas, en lugar de optar por los dulces: granadas, mandarinas, piña, naranjas.
- Jamás te saltes una de las comidas principales el día que tienes una cena: comida navideña, con la idea de no engordar; este hecho sólo hará que tu organismo se ponga en estado de reserva y vayas con demasiada hambre a la siguiente comida. En estos casos, opta por comidas más ligeras como ensaladas, pescados y /o carnes a la plancha.
- Procura no tener en casa dulces navideños ni turrones, de esta manera no caerás en la tentación de comer entre horas.
- Tras comidas y cenas pesadas, toma fruta o batidos de verduras en la siguiente toma. Ayudarás a depurar la sangre ante los excesos y mantenerte limpio.
- Procura mantener tu nivel normal de actividad para no perder la rutina de los últimos meses.
- Más hidratación: bebé más agua, infusiones digestivas o tés depurativos, para ayudar al riñón a limpiar el organismo de los excesos al mismo tiempo que te mantendrá saciado.
Son cosas muy sencillas que nos pueden ahorrar muchos disgustos. Lo importante es mantenernos sanos y no olvidar que al cuerpo hay que darle sólo lo que necesita, ni más ni menos.