Sin embargo, no nos damos cuenta de que tenemos un perfecto gimnasio en nuestra casa, y que podemos hacer de nuestros metros cuadrados (si tienes jardín ya siéntete un privilegiado) un espacio perfecto para bajar esos kilos de más.
1.- El entorno: crear un espacio que sea adecuado a la práctica deportiva es fundamental. En este sentido, nos referimos a dos vertientes: los muebles y la nevera/despensa.
En el caso de los muebles, resulta obvio que, si no tienes un poco de espacio diáfano no vas a poder hacer los ejercicios. Intenta que al menos una habitación esté disponible para que puedas saltar, tirarte al suelo, hacer abdominales o, simplemente, estar de pie pero sin nada que te moleste.
En el caso de la nevera y la despensa, es un punto fundamental que tu mentalización para perder barriga comience antes de ir al supermercado.
Nuestra recomendación es que te hagas una lista de la compra con productos sanos, alejados de los hidratos de carbono como panes, azúcares, dulces, bollos, etc.
Prueba con los productos light, pero no te dejes engañar por los envoltorios y revisa bien las etiquetas para que no te pase que el producto light tiene más hidratos que el que no lo es.
2.- Los materiales: para entrenar en casa puedes optar por la opción complicada, lleno de materiales que, al final, tampoco te van a servir de mucho, o por la opción sencilla, que es la que te recomendamos.
Si eres de las personas que no tienes mucho espacio pero sí te cabe, por ejemplo, una bici de spinning (ahora las hay bastante pequeñas), hazte con una. Luego veremos por qué es casi indispensable.
Por otro lado, el resto de materiales que vas a necesitar serán una esterilla de espuma (se puede enrollar para ocupar poco espacio y cuesta poco dinero), unas mancuernas (si estás empezando te valen con unas de tres kilos cada una) y unas gomas elásticas (si puedes, compra una de cada tensión: baja, media o alta). Y ya está.
3.- Los ejercicios: aquí es realmente donde vas a poner todas las piezas del puzzle en su lugar adecuado. Por un lado, estarás comiendo más saludable y sin hidratos de carbono complejos, estarás bebiendo más agua, y, además, tendrás los materiales preparados para entrenar.
Si lo que quieres es bajar de peso únicamente no es tan complicado: basta con esa dieta saludable y darle duro a la bici de spinning. Con el ejercicio cardiovascular vas a quemar hasta 600 calorías por sesión y, lo recomendado, es hacer al menos tres entrenamientos a la semana.
Sin embargo, es recomendable que, además de perder peso, tonifiques los músculos. Unos sencillos ejercicios que puedes hacer son:
Abdominales: los de toda la vida. Tumbado en el suelo con la esterilla de espuma, la espalda tocando el suelo, y levantar el tronco hasta tocar los pies con las manos.
Otra variante es, directamente, levantar las piernas para que cojan un ángulo de 90 grados y bajar hasta casi tocar el suelo.
Flexiones: al principio puedes empezar haciendo las flexiones con las rodillas apoyadas en el suelo para que te cueste menos y, poco a poco, ir cambiando hasta hacerlas en su manera clásica, con el cuerpo totalmente recto y haciendo flexiones de brazos.
Bíceps y tríceps: para tonificar los brazos no tienes ni que estar de pie. Basta con que te sientes en una silla, cojas una mancuerna con cada mano y desde abajo comiences a flexionar el brazo hacia a ti para que el músculo se contraiga y se estire.
Si quieres trabajar los tríceps, sigue sentado, coge las mancuernas, llévatelas detrás del cuello y, desde ahí, estira y contrae los brazos. Notarás cómo te irá costando cada vez un poco más.