Sí, el tamaño importa. Y no, no te preocupes. No nos referimos a lo de ahí abajo, sino a tu cuerpo en general. Eres muy aplicado: haces dieta, sales a correr y vas al gimnasio, pero... ¿estás llevando un control de los resultados o solo te fijas de lo que tus ojos intuyen?
En algunos espejos te ves tipín y en otros crees que “ups, algo está fallando”, así que el método no es fiable. Sal de dudas y toma medidas para saber la verdad. Hay razones de peso para que cojas una cinta métrica y te enfrentes a los resultados. Subirte a una báscula no es suficiente.
Cosas a tener en cuenta para medirte bien
No te lances a lo loco. Antes de coger la cinta métrica de costura y pasar a la acción, debes saber algunas cosas. La primera de ellas es que tienes que medirte sin ropa o utilizando siempre las mismas prendas.
Si te tomas las medidas desnudo, los datos serán mucho más precisos. Sin embargo, si por lo que sea decides hacerlo con ropa, ten en cuenta que siempre que te tomes las medidas, tendrás que hacerlo llevando las mismas prendas, ya que de lo contrario los centímetros podrán variar dependiendo del grosor de estas.
La segunda cosa a la que debes prestar atención es a no apretar demasiado la cinta métrica sobre tu cuerpo, ya que si lo haces los resultados estarán trucados. Ah, y tampoco sirve el viejo truco de meter tripa. En tercer lugar, vigila que la cinta esté a la misma altura en todo el recorrido, o de lo contrario los datos que obtendrás tampoco serán representativos.
Por último, es recomendable que te midas siempre a la misma hora del día. Lo normal es hacerlo en ayunas, para que no haya alimentos ni líquidos en tu cuerpo que den una sensación de hinchazón que podría ser pasajera y enmascarar el estado normal. Vamos, que no tiene mucho sentido tomarte medidas después de haberte comido un plato de fabada, por ejemplo.
Partes de tu cuerpo que debes medir
El contorno de la cintura, que incluye la zona abdominal, es una de las partes principales que un hombre necesita medir para comprobar si está adelgazando o no. Al tomar medidas de la cintura también estarás teniendo en cuenta el contorno abdominal.
Los conocemos vulgarmente como barriga y flotadores y les tenemos bien fichados. No es de extrañar, ya que son los más rebeldes de la anatomía masculina. En sus dominios es donde se acumula más grasa y donde puede haber una mayor retención de líquidos, destacando por presentar más volumen cuando se sube de peso. Al tomar las medidas, no olvides que la cinta métrica tiene que estar a la altura del ombligo.
Los glúteos son otra parte clave a la hora de determinar si tu dieta y entrenamiento para adelgazar están dando resultados o no. Mide el contorno de la cadera rodeándola. Para que vayas directo al grano, calcula unos veinte centímetros por debajo de la cintura y justo ahí es donde tendrás que colocar la cinta métrica para conocer el resultado.
Si haces ejercicios que desarrollen la musculatura de los glúteos, eso puede influir en los centímetros, así que no te asustes, puede que estés sustituyendo la grasa por músculos y se te esté poniendo un trasero de acero.
También puedes medir el perímetro de tus muslos. Una altura de referencia es pasar la cinta un centímetro más abajo de donde termina el glúteo. Ten en cuenta aquí también, que si trabajas la musculatura de las piernas haciendo, por ejemplo, sentadillas, eso se verá reflejado con un aumento de la masa muscular y tal vez las medidas no hayan variado a pesar de haber perdido grasa.
El hecho de medir estas partes clave de tu cuerpo, no solo te revelará si has perdido peso, sino que también te servirá como motivación. Si ves que has adelgazado y que estás logrando tus objetivos, esto te animará a seguir con tu plan.
Si, por el contrario, ves que de momento no has conseguido los resultados esperados, conocer esa información hará que quieras mejorar para conseguir tener el físico que deseas.