Si eres una de esas personas, enhorabuena, el primer paso ya está dado. Pero espera, ahora que has decidido cambiar tu vida debes analizar varios factores:
¿Por qué quieres empezar a hacer ejercicio?
Los motivos son más importantes de lo que piensas. En función del objetivo que tengas, es probable que también tengas que cambiar algo más. ¿Llegarías a tu objetivo antes si haces pequeños cambios en la dieta? ¿Puedes incluir algo en tu rutina diaria que favorezca acercarte a tu objetivo?
Muchas veces nos conformamos en decir que vamos a entrenar, pero es importante saber otro tipo de cosas que no hay que dejar de lado: alimentación, olvidarte del ascensor, bajarte un par de paradas antes e ir caminando, etc.
Todos estos granitos de arena deberás tenerlos en cuenta antes de comenzar tu nueva vida.
¿Has tomado una decisión firme?
Mucha gente achaca que no son capaces de mantener unos hábitos saludables por su estilo de vida y su forma de ser. ¿En serio piensas que tienen razón? Al fin y al cabo, quien decide hacer ejercicio son ellos mismo, así que dejar de hacerlo o continuar, sólo depende de ellos.
Sé que no es nada fácil cambiar los hábitos, pero eso no es excusa para echarnos atrás y dejar de luchar por nuestro objetivo.
Si ya has analizado estos dos puntos, y sabes por qué quieres empezar a entrenar, y estás convencid@ de que va a ser para siempre, aquí te cuento unas recomendaciones:
Planificación
No empieces apuntándote al primer gimnasio que veas y vayas como pollo sin cabeza. Antes de nada escribe qué ejercicios te gusta, cuáles no te importaría hacer, y cuáles no harías jamás.
También deberías decidir si prefieres actividades en grupo o entrenar solo. Si no lo tienes claro, podrás decidirlo después de probar durante un tiempo.
Como complemento al ejercicio, piensa también si crees necesario cambiar tu alimentación o parte de ella (aunque lo vayas haciendo poco a poco).
Importantísimo: busca consejo de un profesional sobre qué es lo que mejor te viene para conseguir tu objetivo.
Pero lo más importante en este punto, es que hagas lo que hagas, sea ameno, que no te aburra y que no se convierta en un suplicio. Si es así, acabarás tirando la toalla.
Coge el hábito
Las cosas de palacio van despacio. Y aquí pasa lo mismo. Date tiempo para ver resultados. Es cierto que en las primeras semanas te sentirás con más fuerza y vitalidad, pero exteriormente es probable que te sigas viendo igual. No te desanimes y piensa que estás yendo por el buen camino.
Yo siempre suelo recomendar gritar a los cuatro vientos que has empezado una nueva vida más saludable. Así, si piensas en abandonar, será demasiada gente la que se dé cuenta de que no has podido con ello. ¿Quieres eso?
Así que si estás apuntando los propósitos del 2018, y entrenar es uno de ellos, cierra los ojos, aprieta los dientes, y mira para atrás sólo para coger carrerilla.
¡Felices Fiestas!