El estrés, la ansiedad, la depresión, los complejos, la falta de autoestima, la baja forma física, los bloqueos emocionales y hasta el dolor de espalda son algunos de los peores enemigos de tu libido y de tu disfrute sexual. Y el yoga puede combatirlos a todos.
Si tu libido está muy baja por estos u otros motivos, si no te sientes bien con tu cuerpo y eso te bloquea sexualmente, si no consigues disfrutar del sexo en pareja todo lo que te gustaría, te contamos uno a uno todos los beneficios que el yoga puede aportar a tu sexualidad:
Aumenta tu energía sexual. Uno de los grandes beneficios de la práctica del yoga es la mejora del tono vital y de la energía en general, algo que tiene una relación directa con tu libido. La tristeza, la depresión, el estrés… te chupan la energía vital y sexual. ¿Lo mejor? La mejora de la energía se nota desde las primeras prácticas.
Te hará sentir bien en tu piel. ¿Los complejos físicos te impiden disfrutar del sexo? La práctica del yoga mejorará tu aspecto físico en general, tonificando y estilizando tu figura pero, sobre todo, te hará reconciliarte con tu cuerpo, habitarlo mejor, respetarlo y quererlo. Una vez que consigas esa aceptación de ti mismo desaparecerán tus miedos y complejos a la hora del sexo.
Bloqueos emocionales. Miedos, experiencias traumáticas, situaciones de estrés continuado, duelos, rupturas sentimentales, emociones negativas… La práctica de yoga, el pranayama y la respiración te ayudará a enfrentarte a estas situaciones y liberarte de ellas, desbloqueando tu mente, tu cuerpo y tu libido.
Mejora la circulación. Los problemas cardiovasculares son también grandes enemigos del sexo, sobre todo en el caso de los hombres. La práctica del yoga, que incluye numerosas posiciones invertidas, mejora de forma exponencial la circulación sanguínea, lo que se traducirá en una mayor vascularización en las zonas genitales, mejorando la erección y el disfrute sexual.
Fuerza en el suelo pélvico. La falta de tono en el suelo pélvico es un hándicap para muchas mujeres frente al sexo. En yoga, el trabajo de las bandhas, como Uddiyana Bandha, tonifica la musculatura del suelo pélvico. Además, el trabajo de la musculatura profunda del abdomen es constante, lo que libera de carga al suelo pélvico, previene y mejora patología como la incontinencia.
Conectas con tus emociones. El persigue la unión de cuerpo, mente y espíritu, es un camino de desarrollo personal y autoconocimiento que te conecta directamente con tus emociones, lo que hará que sientas y disfrutes mucho más tus encuentros sexuales.
Más flexibilidad y resistencia. Las asnas de yoga trabajan especialmente la flexibilidad y la fuerza, lo que hará que tu resistencia y habilidad mejore exponencialmente durante tus encuentros sexuales. Además, hay asanas que trabajan especialmente la flexibilidad en la zona de las caderas y genitales femeninos.
Mayor conexión en pareja. Practicar yoga en pareja, aunque se trate simplemente de ir juntos a clase, os ayudará a mejorar vuestra empatía, conexión, comunicación, respeto, compasión y cariño hacia el otro, lo que enriquecerá enormemente vuestras relaciones sexuales. Además, tendréis más contacto físico, lo que también ayudará a aumentar el deseo.
El poder de la relajación. Savasana o la relajación final en las clases de yoga te permitirá bajar el ritmo, conectar contigo, cambiar el estrés por un estado de bienestar y buen humor que te predispondrá más al disfrute sexual.
Más guapa/o. Practicando yoga mejorarás tu imagen exterior pero, sobre todo, tu percepción interior. La calma, serenidad y felicidad que aporta esta disciplina hará que irradies eso hacia los demás y resultes más guapo y atrayente para los demás. Sin duda, el yoga te ayudará a descubrir tu famosa y poderosa belleza interior.