No nos engañemos: si quieres ponerte en forma de aquí a 20 días no te da tiempo. No te va a salir una tableta de abdominales solo por ir unos cuantos días al gimnasio, ni vas a bajar esas lorzas que vienes arrastrando durante todo el año. Además, con tantos eventos sociales, el objetivo se complica.
Sin embargo, no todo está perdido. Si no puedes ponerte en forma durante estos días que quedan, al menos vamos a ver algunos trucos para que tampoco te pongas como un tonel y, dentro de lo que cabe, no empieces el año nuevo con unos cuantos kilos de más.
En el ámbito de las comidas
1.- No te ansíes: cuando pongan los platos encima de la mesa lleno de suculentos manjares que no has podido comer el resto del año, tranquilidad, moderación. Coge únicamente lo que realmente quieras, pero no vayas picoteando de todo solo por el hecho de que creas que se lo van a acabar los demás.
2.- Ojo con el alcohol: el alcohol nunca ayuda, y en este tipo de cenas se nos suele ir de las manos. Además de la resaca que tendrás al día siguiente, si bebes, engordas. Truco si, aun así, quieres beber alcohol: combínalo con vasos de agua. De ese modo te encontrarás con más saciedad y beberás menos.
3.- Deja las salsas: ¿por qué tienen que echar a un pescado sabroso una salsa que lo estropea todo? ¿Y al solomillo? Ídem. Si puedes pídeles a los camareros que no te echen salsa en tu plato. Lo agradecerás, y tu paladar también.
4.- Olvídate del pan: con ese sencillo gesto podrás quitarte un peso de encima, y nunca mejor dicho. Come sin pan y tu cuerpo te lo recompensará.
En el ámbito deportivo
1.- Sal a caminar: un truco muy rápido: si te esperas a apuntarte al gimnasio en enero seguramente te salga más barato porque suelen hacer ofertas de captación, así que, de momento, nuestro consejo es que durante estas semanas salgas a pasear rápido, que sudes. Así por lo menos quemarás algo de lo que hayas comido en tus cenas.
2.- Empieza a crear un hábito: está demostrado que para crear un hábito es necesario hacerlo durante 21 días, así que estás a tiempo de empezar a sembrar en diciembre para comenzar a recoger tus frutos (ir a entrenar en serio) a partir de enero.
3.- Cambia tus rutinas: si has decidido que no te apuntas al gimnasio hasta enero pero no quieres engordar mucho en diciembre, cambia tus rutinas. ¿A qué nos referimos con esto? A que, por ejemplo, en vez de subir en ascensor, subas por las escaleras; a que te bajes una parada antes del metro o del autobús y camines; a que no cojas el coche para ir a comprar el pan que está a un kilómetro de tu casa; a que te pierdas por el barrio y explores caminando, quemando calorías.
Con todas estas cositas mitigarás en parte el impacto de las infernales cenas navideñas de diciembre y pondrás el caldo de cultivo perfecto para ponerte en forma a partir de 2018.