Pero antes de nada, vamos a ver qué es lo que debes tener en cuenta para conocer un poco más a tu enemigo.
Eliminar la celulitis con geles milagrosos
A pesar de poder encontrar miles y miles de geles y cremas que supuestamente reducen este problema, es bastante difícil, por no decir prácticamente imposible, que lo logren. Y es que la celulitis no es un problema de la piel, sino del tejido estructural que hay justo debajo, y que se puede corregir sólo actuando sobre las fibras musculares atrofiadas asociadas a esos bultitos (que por cierto, también se conocen como piel de naranja).
Aunque en realidad sí hay una crema que te quita la celulitis 100%, y es una crema barata al alcance de todos. Basta con una simple crema hidratante de dos euros.
Sí, has oído bien. Te cuento cómo funciona:
Paso 1: Corre durante una hora
Paso 2: Ponte la crema en la zona en la que quieras que desaparezca la celulitis.
Paso 3: Lleva una dieta saludable y equilibrada
Paso 4: Haz entrenamiento de fuerza.
¡Y listo! Ya verás como usando la crema con estos pasos, tu piel se verá mejor. Eso sí, úsala todos los días y no te saltes ningún paso.
Tratamientos de belleza
Cada vez hay más tratamientos que prometen reducir e incluso eliminar la celulitis para siempre. El problema es que hoy en día aún no se ha demostrado su eficacia en todo el mundo.
Por eso, es importante que antes de decidirte por un tratamiento de varios centenares de euros, te informes bien en qué consiste y sobre todo que quien te lo haga sea un profesional.
La celulitis no es hereditaria y no se queda para siempre
Aunque la herencia puede hacer que nos cueste más eliminarla, o que seamos más propensos a padecerla, no quiere decir que si nuestros padres la padezcan, la tengamos que tener nosotros también. El problema es que cuando toda la familia tiene celulitis, suele achacarse a factores genéticos cuando el 99% de las veces es un mal estilo de vida de toda la familia en su conjunto.
Da igual la edad
Como la celulitis es un aspecto estructural, este problema puede solucionarse con movimientos que ataquen las zonas afectadas. Estos ejercicios los puede hacer cualquier persona independientemente de su nivel de forma física, edad, o incluso si está embarazada. Eso sí, mi recomendación es que siempre tengas en cuenta la opinión de tu médico.