Aunque no te gusten tus pies, te suden o te de cosa pisar la esterilla (de ahí lo recomendable de tener una propia, por cierto), no hay ni un solo estilo de yoga que no se practique descalzo. ¡Los pies serán tu mayor base de apoyo!
Pero esto no es ni una moda ni un capricho del profesor, hay muchos motivos de peso para que sea así. Ni siquiera te recomendamos utilizar los típicos calcetines especiales para yoga con los dedos al aire a no ser que tengas un buen motivo, ya que estarías perdiéndote los grandes beneficios por los que esta milenaria práctica te pide que te descalces.
¿El primero? Si después de un largo día de trabajo no ves el momento de quitarte los zapatos y andar descalzo, en yoga tendrás esta misma sensación placentera pero multiplicada por mil, ya que tus pies podrán moverse libremente, estirarse y masajearse durante toda la práctica. ¡Pero hay mucho más!
Limpieza y seguridad. Esta es una cuestión práctica pero muy importante. Quitarse las zapatillas o los zapatos antes incluso de entrar en la sala de yoga es una cuestión de respeto y una regla básica en cualquier centro de yoga que garantiza que el espacio esté limpio, libre de polvo, tierra o piedras con los que los practicantes podrían dañarse. Además, no sólo tus pies tocarán la esterilla sino todo tu cuerpo, así que lo agradecerás.
Tus pies se fortalecen y estiran. Trabajar “sin envoltorio” permitirá que tus pies se muevan con total libertad, fortaleciendo y flexibilizando cada uno de sus músculos. Además, tus tobillos ganarán mucha más fuerza y estabilidad, lo que te beneficiará en la práctica de otros deportes, como running y tenis. Tus dedos también saldrán muy beneficiados, ya que cada día se encogen y deforman dentro de los zapatos. Es posible incluso que con la práctica de yoga aumentes de talla de pie En tu día a día, notarás que te tuerces menos los tobillos y tienes más agilidad al caminar. Incluso pueden mejorar quienes tengan pies planos u otros problemas.
Mayor estabilidad y alineación. Practicar descalzos permite una mejor alineación corporal. Tu propiocepción aumentará, mejorando cualidades como el equilibrio y la conciencia corporal. Descalzo, también percibirás mejor cómo es tu pisada y cómo repartes el peso del cuerpo sobre los pies, pudiendo corregir mejor vicios posturales. Una mala alineación de los pies se traduce en una mala alineación de tu cuerpo y espalda.
Mayor agarre. Practicar descalzo te proporcionará mucha más seguridad, estabilidad y agarre sobre la esterilla. Intentar hacer yoga con calcetines te hará pasarte la clase patinando y te impedirá adoptarla técnica correcta en cada postura. Y un resbalón podría suponerte una caída o una lesión.
Muchas ¡y buenas! sensaciones. Si caminar descalzo te resulta relajante y agradable, esta sensación se potenciará durante la práctica de yoga, produciendo también un potente efecto en tu mente.
Descalzarte te hará sentir liberado desde que entres en la sala de yoga. A través de la planta de tus pies sentirás las posturas y presionarás suavemente los montones de “puntos de acupuntura” que hay en ellas, ayudándote a mejorar el malestar físico y emocional (dormirás mejor, reducirás dolores de cabeza y espalda). Y si quieres que te hablemos de “la parte espiritual”, practicar yoga descalzo te hará conectar con la Tierra y cargarte de energía.
Cubre tus pies si…
Aunque el yoga promueve la práctica con los pies desnudo, hay circunstancias y situaciones en las que puede o deberse hacerse una excepción, sobre todo si te van a privar de la práctica de esta disciplina:
- Lesiones en la piel. Si padeces psoriasis o tienes los pies muy agrietados, seguramente te dará vergüenza enseñar tus pies y no conseguirás disfrutar de la práctica.
- Sudoración extrema. Es otro caso en el que la práctica descalzos puede llegar a ser casi imposible e incluso desagradable.
- Papiloma. Si padeces este problema deberías cubrir la parte afectada e incluso renunciar a la práctica hasta que el problema esté solucionado.
- Higiene. Si eres muy escrupuloso o tienes que practicar en una alfombra o superficie que no esté limpia, puede ser recomendable el uso de calcetines. No obstante, este problema se soluciona utilizando tu propio mat.
- Frío. En invierno, mucha gente se resiste a quitarse los calcetines por el frio o utiliza unos especiales de yoga. Una vez que los pies hayan entrado en calor, también deben quitarse. Sólo es recomendable ponerse los calcetines durante la relajación.
No vale cualquier calcetín. Si por estos u otros motivos necesitas cubrir tus pies en yoga, hazte con unos calcetines especialmente diseñados para esta práctica, que te aseguren un buen agarre y sensibilidad. Los encontrarás con dedos y sin dedos. Y por si se te ha pasado por la cabeza: ningún tipo de zapatilla es bienvenida en yoga.