Tal es así, que para realizar esta serie de ejercicios, cuya duración máxima no puede exceder los 45 minutos, tienes que firman un papel en el que aceptas los riesgos bajo tu propia responsabilidad. Los propios monitores son los que te animan, en este caso, a dejarlo si no te ves lo suficientemente preparado.
Es más, desde el gimnasio han decidido contratar a personal médico para que se encuentre presente en la sala donde se realiza Flatline, de tal modo que pueda atender los síncopes, mareos o vómitos que se producen durante la sesión. También hay botellas de oxígeno en la sala para aquellos participantes que no pueden aguantar el ritmo.
De hecho, su propio nombre lo indica: el significado en español de Flatline es “muerto”, “morirse”, aunque en Inglaterra su acepción más usada es “línea plana”, en relación a la línea que aparece en los monitores del hospital cuando una persona fallece.
¿Por qué es tan duro Flatline?
La combinación de ejercicios y el ritmo intenso es lo que hacen Flatline una rutina tan peligrosa. Los ejercicios van desde el levantamiento de pesas rusas, hasta trepar una cuerda, pasando por el levantamiento de ruedas de gran peso o echar carreras con pesas.
Todo ello lo realizan con un chaleco de 12 kilos de peso, y la rutina han de realizarla cinco veces seguidas. Los que logran pasarla una vez no suelen llegar hasta la quinta repetición.
“Nadie lo acaba”, llegan a decir desde el gimnasio, que abrió en Londres el pasado 14 de noviembre con esta rutina como gran estrella del programa y que, por lo visto, está teniendo un gran éxito entre los aficionados al fitness extremo.