Martín Giacchetta llegó a España desde su Argentina natal hace más de 15 años y con solo 300 euros en el bolsillo y una maleta llena de ilusiones y proyectos. Pronto comenzó a dar clases particulares de fitness y, por casualidades del destino, casi sus primeros clientes fueron Paula Echevarría y David Bustamente.
A partir de ahí, la fama. Si no mientras camina por la calle sí dentro del mundillo del fitness, donde está reconocido como "Mejor entrenador del año 2012" por el prestigioso organismo internacional FIBO y donde ha podido construir su Boutique Gym, un gimnasio en la céntrica calle Serrano de Madrid.
Giacchetta lo tiene claro: ni cree en las dietas milagro, ni cree que haya que erradicar el término de "Operación Bikini o bañador", puesto que es el momento ideal para que la gente se acerque a los gimnasios y empiece a crear sus hábitos saludables, que es donde realmente se puede perder peso.
Además, tampoco le parecen bien aquellos entrenadores que cada día hacen los ejercicios más complicados y enrevesados, ya que pueden alejar a la gente de la práctica deportiva.
Entre pasaje y pasaje de su vida, Martín recuerda cómo debido a los deportes de alta intensidad y de larga distancia él se ha desmayado cuatro veces en diversas pruebas deportivas y cómo lo pasó de mal con el último accidente deportivo que le fracturó el cráneo por cuatro sitios distintos.
Al final, con la sencillez de quien se sabe que no le debe nada a nadie y que ha sabido convertir aquellos 300 euros con los que llegó a España en una marca reconocida y una garantía de profesionalidad, Martín Giacchetta se levanta del cajón donde ha estado contestando a las preguntas, apaga la luz de la sala, cierra la puerta, y se va. Abajo esperan para entrenar.