Entrenan cada día física y mentalmente para dar lo mejor de sí y estar siempre preparados ante cualquier intervención. Son los Bomberos de Madrid y, aunque muchas veces pasen inadvertidos, otras muchas son un elemento clave en una emergencia y una de las partes fundamentales de todo el sistema para poder salvar vidas.
En el Parque 1 no hay ni un momento de descanso. De hecho, mientras realizamos la entrevista con el sargento, tenemos que interrumpirla por la llegada de la bomba de primera intervención (así se llama al primer camión que sale en cualquier siniestro) de una emergencia.
Aunque están siempre alerta y preparados, el buen ambiente es la tónica imperante dentro de las instalaciones. En su gimnasio, que data ya de hace unas cuantas décadas, se pueden ver desde máquinas que verías en cualquier gimnasio, como las bicicletas de spinning o los bancos de pesas, hasta algunas clásicas como las tablas para hacer uñeros o para subir mediante puñales, dos ejercicios que están al alcance de muy pocos y que son parte fundamental del entrenamiento de un bombero.
Un entrenamiento que, como nos cuenta Campaña, ha cambiado mucho a lo largo de los años. Si antes sí que había unas pautas regladas y un entrenamiento estándar, con el paso del tiempo y la aparición de nuevas modalidades deportivas practicadas por los bomberos, como el CrossFit o el Triatlón, el entrenamiento ha sido modificado.
Ahora es más libre y cada bombero puede entrenar realmente como quiera, siempre y cuando cumpla con el tiempo de entrenamiento que, por ley, tienen que realizar cada día que pasan de guardia.
Y así, entre intervención e intervención, entre entrenamiento y entrenamiento, entre vida salvada y vida salvada, pasan las horas, las jornadas, las semanas, en cualquier parque de bomberos. Pero ellos siempre estarán ahí, alerta y preparados, para lo que pueda pasar.