Después de un entrenamiento exigente o de una carrera nuestro cuerpo necesita recuperarse del esfuerzo realizado. Dicen los entendidos que la primera hora que transcurre desde que acabamos de correr es la más importante para que la recuperación muscular sea satisfactoria.
Vamos a ver qué es lo que toman habitualmente los corredores para recomponerse física y también moralmente de sus entrenamientos y carreras más duros. Advierto que hay de todo tipo y color de opciones y que es muy posible que algunas no estén aprobadas por la OMS.
El ‘recovery pro’
El de los campeones, el que toman los más ‘pros’ del lugar. Ellos directamente utilizan productos procesados por marcas especializadas para que su preparación y toma sean lo más rápido y sencillo posible. Normalmente suelen ser bebidas con una mezcla de carbohidratos, electrolitos y proteínas. De sabores inverosímiles y texturas a veces sospechosas. Eso sí, mano de santo.
El ‘infantil’
Un recuperador delicioso que te transportará a tu más tierna infancia. Normalmente suele estar compuesto por una tostada untada de manera generosa con crema de cacao y acompañada de un buen vaso de leche con Nesquik (si os gustan los grumos podéis cambiarlo por Cola-Cao). Sus efectos no han sido probados por ningún estudio pero el saborcillo dulce que te deja en la boca y el buen cuerpo son razón suficiente para probarlo.
El ‘de la abuela’
Esta forma de ‘recuperar’ ha pasado de generación en generación de deportistas populares durante décadas o incluso siglos. Su origen no está muy claro ya que se pierde en los albores de la práctica deportiva amateur o puede que incluso antes.
No se descarta que ya en la época en que se cazaba con lanza, las mujeres dieran a sus aguerridos esposos un vasito de agua con azúcar para recuperarse de la caza del mamut. Hoy, millones de corredores siguen haciéndolo y es muy probable que se siga utilizando algunos cuantos milenios más.
El ‘saludable’
Un ‘recovery’ a base de productos naturales y a ser posible orgánicos. Una tostada de pan integral multicereal con semillas de chía donde reposan unas finas lonchas de pechuga de pavo cocida acompañada con un poco de aguacate maduro rico en grasas saludables y omega-3. Para hidratarnos, un zumo ‘detox’ de una combinación de frutas de las cuales desconocías su existencia hasta el momento de leer la etiqueta.
El ‘adiós balance calórico’
No os quiero engañar, este es mi favorito y el que suelo elegir cuando termino mis carreras y entrenamientos más duros. Es un recuperador que tiene miles de variantes y todas ellas deliciosas aunque sus efectos sobre la fatiga muscular no sean (al parecer) más que un placebo. Eso sí, el alma y el estómago se recuperan estupendamente.
Una buena composición de este recuperador sería la siguiente: una cerveza (doble como mínimo), pincho de tortilla de patatas (si es con cebolla, mejor) y unos torreznos como acompañamiento (opcionales).
La mejor forma de tomarlo es acompañado de amigos comentando las mejores jugadas del entrenamiento o carrera del día. Si el momento ‘recovery’ se alarga es más posible que se llegue a finalizar con un ‘Gintonic’, que además de digestivo es ideal para combatir la malaria y recuperar líquidos.
Ya habéis visto algunas de las clases de ‘recoverys’ que hay para dejar vuestra musculatura a punto tras una carrea. ¿Cuál es vuestro favorito?