Antes de nada quiero decir que al escribir este artículo, parto de la base de que creo que todas las organizaciones de carreras populares tienen la buena fe de hacer las cosas de la mejor manera posible. Pero, a veces, las cosas se tuercen. ¿Qué pasa cuando en una carrera surge algún problema por un error por parte de la organización?
Después de participar en casi doscientas carreras populares de los más diversos tipos he sufrido algún que otro percance debido a problemas organizativos. Algunos de ellos casi anecdóticos y otros más graves. Y en todos y cada uno de ellos las organizaciones no me dejaron satisfecho con sus respuestas o soluciones.
Recuerdo una media maratón donde en los últimos kilómetros tuvimos que compartir la calle con los coches. En nuestro mismo sentido. Sin separación. Mano a mano. A ver quién era más fuerte. En este caso la organización dijo que no podía garantizar el corte del tráfico durante toda la prueba. ¡Ole sus 'webs'!
En otra ocasión y tras esperar 30 minutos a dejar mi mochila en el ropero, tuve casi que tirarla al camión que hacía las veces de almacén y salir corriendo porque ya habían dado la salida. Al llegar a meta, tras 42 kilómetros, tuve que subirme al mismo camión (cual Robocop oxidado) para buscar mi bolsa. La organización contestó a nuestras quejas diciendo que era culpa de los corredores por esperar a ir al ropero a última hora. ¡Toma ya!
En esa misma carrera, un año después, los corredores tuvieron que esperar colas de casi dos horas para poder recoger el dorsal del maratón que correrían al día siguiente. La ‘excusa’ de la organización fue que el departamento de seguridad del pabellón donde se entregaban los dorsales estaba controlando el aforo de manera estricta. Ellos no tenían la culpa. Eso sí, la medalla de oro de la IAAF la lucen sin vergüenza alguna.
Y por poner otro ejemplo. Hace un par de semanas, en una media maratón en la que participé, los avituallamientos se quedaron sin agua para los corredores que íbamos en ritmo de 2 horas o más. La razón que dio la organización: un error humano. En este caso cabe destacar que los organizadores están pensando en alguna compensación para los corredores afectados. ¿La tendremos?
Seguro que muchos de vosotros habréis tenido experiencias similares o incluso peores. Como por ejemplo, que te cancelen una carrera o cambien su recorrido a pocos días o incluso horas de su celebración sin razones del todo claras.
En estos casos, o en otros muchos que se pueden dar, ¿qué puede hacer el corredor? ¿A qué tiene derecho? Si lo simplificamos, al inscribirnos a una carrera, estamos contratando unos servicios tal y como se detallan en el reglamento de la prueba. Si no se cumplen todos esos servicios, deberíamos poder reclamar y tener una compensación.
La mayoría de las veces nos contentamos con una crítica más o menos acalorada en redes sociales haciendo saber que la prueba ‘X’ la ha ‘cagado’ de tal o cual forma. ¿Pero podríamos ir más allá? Siempre y cuando el problema surgido sea de cierta relevancia, claro.
Es una pregunta que me hago. La verdad es que yo muchas veces intento justificar esos problemas y quitarle importancia. Pero hay muchos otros corredores que ponen mucha ilusión, esfuerzo, entrenamientos y dinero para participar en una prueba en concreto. Y si esta carrera falla tienen derecho a quejarse y reclamar. Pero por propia experiencia veo que esas quejas y reclamaciones pocas veces tienen una respuesta por parte de las organizaciones que compense el mal causado.
Y tú, ¿has tenido algún problema en una carrera? ¿Cómo contestó la organización?