Todos tenemos en nuestro cuerpo una cicatriz a causa de una herida mal curada o una recuperación tras una operación. La piel que nace en esa zona no es igual que la que tenemos en el resto del cuerpo, y mucho menos según va avanzando nuestra edad.
Ahora, un equipo de científicos del Departamento de Dermatología de la Universidad de Pennsylvania, ha descubierto la manera de regenerar totalmente la piel sin dejar rastro de cicatriz alguna y han publicado sus prometedores resultados en la prestigiosa revista Science.
¿Cómo han hecho esto? Los científicos se han adelantado al proceso natural que sigue el cuerpo humano en el acto de reconstrucción de la piel tras una herida. Habitualmente, el cuerpo reacciona enviando a la zona a los miofibroblastos, un tipo de célula cicatrizal que no tiene grasa, envuelve a la herida y la protege, pero al no mezclarse con la piel normal, deja una textura diferente en la zona.
Para evitar esto, lo que han hecho los científicos ha sido modificar los miofibroblastos para convertirlos en adipocitos, es decir, el tipo de células que sí que tiene grasa y que, por tanto, no deja marca en la zona de la piel afectada, algo que los científicos tan solo creían posible en peces y anfibios.
Este proceso no se llevaría a cabo si no es necesaria una operación; es decir, no sería como una vacuna o como una aspirina que te cambia la configuración de las células. Según indican, existe una “ventana de oportunidad” justo después de hacer la herida de la cirugía para poder influir en el tejido que utilizará el organismo para cicatrizarla.
Otra de las ventajas que tendría la implantación de este avance a la hora del post-operatorio es que al regenerar el tejido mediante células adiposas, estas permiten el crecimiento del pelo, algo que con los miofibroblastos no ocurre, como ya habrás podido comprobar.
De esta manera, una cicatriz de una operación, pongamos, de rodilla, no solamente quedaría totalmente regenerada de una mejor manera, sino que quedaría prácticamente camuflada debido al crecimiento de pelo encima.
Eso sí, por el momento esta investigación la han llevado a cabo en laboratorio y con tejidos humanos sueltos; faltaría por ver si realmente es compatible una vez se pruebe fehacientemente en humanos y el grado de tolerancia que el organismo puede llegar a tener con las modificaciones que proponen los científicos. Si funciona, tener una lesión mientras haces running y que te tengan que operar ya no tendrá, al menos, el componente estético entre sus desventajas.