Hoy voy a intentar despejar algunas dudas al respecto sobre esta pregunta, aunque es posible que cuando acabes de leer sigas igual que antes de hacerlo.
Antes de nada quiero dejar bien claro que yo no soy entrenador y que lo aquí leeréis está basado en mi experiencia de corredor que lleva más de diez años dándole a la zapatilla y que ha corrido una decena de maratones.
En estos años corriendo y preparando maratones he llegado a la conclusión de que no hay dos corredores iguales y ni siquiera dos preparaciones iguales para el mismo corredor. Así que la premisa principal que tengo cuando entreno es la de prueba, error, modificación, prueba… y así hasta dar con lo que a mí me va bien.
Cuando decidimos que vamos a correr un maratón, más que pensar en los 42 kilómetros y 195 metros del día D, lo que tenemos que tener en cuenta son los cientos de kilómetros que tendremos que correr los meses previos. ¿Podemos comprometernos a ser constantes durante esas semanas? ¿Sí? Adelante. ¿No? Mejor déjalo para otro momento.
El entrenamiento del maratón no consiste solamente en meter kilómetros y más kilómetros a las piernas. No, hay mucho más e incluso hay factores que creo más importantes que la distancia total corrida durante las sesiones.
Entrenamiento de fuerza, trabajo anaeróbico, potencia, técnica de carrera... y el descanso o como algunos lo llaman, el entrenamiento invisible.
Antes de empezar a entrenar bajo la supervisión de mi entrenador, preparé por mi cuenta mis tres primeros maratones. Leí, pregunté y me dejé asesorar por compañeros con más experiencia.
Al final lo que hice fue tomar un poco de aquí y otro de allí para poder ajustarlo a mis circunstancias personales y laborales. Para mí eso es fundamental, si intentas abarcar más de lo que puedes acabarás 'petando' por algún lado.
Y ahora va 'mi receta', qué es la que me ha funcionado después de varias pruebas. No digo que sea la mejor, ni la única, para nada.
Para el maratón suelo correr cuatro días a la semana con otro día de entrenamiento específico de fuerza para el tren inferior (las canillas). ¿Y en esos cuatro días de carrera que hago? Toma papel y boli…
Uno de los días meto entrenamiento de cuestas con su rodaje previo y su rodaje posterior. Dependiendo de la altura del plan el ritmo puede ser más suave o más exigente y las cuestas más cortas o más largas.
Otro de los días hago series. Ya sean de 200, 400, 800 metros, un kilómetro, dos o tres kilómetros o incluso una pirámide de series de distintas distancias y a distintas intensidades. Esas que te dejan las patas 'pá chopped'.
También hay tiempo para un rodaje de calidad. No muy largo pero a un ritmo cercano al que quieres llevar el día del maratón.
Y como no, la famosa, amada por muchos y odiada por otros cuantos: la tirada larga. ¿De cuántos kilómetros? ¿Cuántas? Pues como os he dicho, depende de cada uno. Yo empiezo poco a poco y acabo con una de veintiocho. ¿Qué es lo mejor? Prueba, ensaya y busca lo que más te convenga.
En mi última preparación de maratón empecé con semanas de treinta y muchos con un pico de sesenta y pocos kilómetros. El grueso del entrenamiento tenía semanas de cuarenta y muchos o cincuenta y pocos kilómetros. ¿Suficientes para correr un maratón? Según mi experiencia creo que sí.
Es muy posible que no estés de acuerdo con alguna o con muchas de las cosas que has leído y me parece genial. Eso es lo bueno de este deporte, que no es algo matemático. Cada uno tenemos nuestra fórmula y no siempre nos funciona, es parte del encanto de preparar y correr un maratón.