Con este fresquito invernal es normal que tendamos a abrigarnos hasta las cejas. Tanto, que muchas veces nos levantamos empapados en sudor, como si de agosto se tratase. Puede que con un poquito menos de ropa tambien puedas dormir a gusto. De hecho, si te decides a dormir como Dios te trajo al mundo, tu cuerpo se beneficiará de cambios muy interesantes.
Abandona el pijama de franela, e incluso la ropa interior. Seis beneficios te esperan, y probablemente te sorprenda que uno de ellos sea el menor riesgo a padecer sobrepeso. Atento a todas estas conclusiones que deberían animarte a usar la mantita y nada más.