En el caso que nos concierne, el de perder un poco de peso (no es esperes ningún milagro por beber un poco de vinagre) hablamos del vinagre de manzana, no del típico vinagre blanco que seguro que tienes por casa.
El de manzana es rico en vitaminas E, A y P, además de contener una gran dosis de magnesio, hierro, calcio y muchas más vitaminas y minerales en menor medida. No obstante, lo importante aquí es la forma en la que lo debes aplicar.
Evidentemente, lo que no tienes que hacer es mantener una dieta exclusiva de vinagre de manzana. Si ya de por sí es duro tomárselo en pequeñas dosis como vamos a recomendar, si únicamente tomas vinagre como alimento con la intención de adelgazar, créenos, vas a acabar en el médico.
Así pues, la mejor manera de comenzar a tomar el vinagre de manzana es poco a poco: llena una cucharada sopera y échalo en un vaso lleno de agua. Dilúyelo y tómatelo antes de cada comida. Nuestra recomendación: hazlo solo en la comida y en la cena, obviando el desayuno.
¿Qué es lo que te hace adelgazar del vinagre de manzana?
Según un estudio de la Arizona State University, la ingesta de vinagre de manzana puede ayudar a bloquear la digestión de los hidratos de carbono y, por tanto, también controla los niveles de azúcar en sangre, lo cual es muy bueno si estás intentando perder peso, pero también para las personas que sufren diabetes.
No obstante, los expertos en nutrición sí que recomiendan de manera encarecida que, para ver resultados a la ingesta de vinagre de manzana, debes acompañarlo con una dieta sana y equilibrada. De nada te servirá una cucharada de vinagre de manzana si después te metes una hamburguesa con patatas y cocacola.