Puede parecer confuso y sobre todo un auténtico peñazo, pero la nutricionista Stephanie Ferrari nos da unos consejos que puedes poner en práctica para no hacerte un lío a la hora de contar calorías.
Lo principal es calcular el número de calorías que debes tomar, basadas en varios factores como tu salud personal, género, edad, peso, altura, y nivel de actividad físico.
Antiguamente tenías que usar papel y boli para calcular ese dato, pero hoy en día con San Internet no hay problema. Puedes incluso hacerlo en un solo click desde esta web.
Stephanie cuenta que aunque quieras perder peso rápido, tienes que tener cuidado con no recortar demasiado tu aporte calórico, ya que estarás muerto de hambre y acabarás comiendo más.
Bien, una vez que sabemos cuántas calorías tenemos que tomar al día, vamos a ver los trucos que nos propone esta nutricionista.
Lleva un plan
Stephanie dice que lo primero es tener claro cómo vas a distribuir tus calorías a lo largo del día, dividiéndolas en desayuno, comida, cena, y dos tentempiés. Por ejemplo, si tienes que tomar 1.750 calorías, podrías elegir 450 en cada comida, dejando 150 para los snacks de media mañana y media tarde.
Utiliza los domingos para planificar el resto de la semana e incluso hacer un listado con lo que vas a comer.
Usa el móvil para contar calorías
Actualmente hay infinidad de aplicaciones enfocadas a contar calorías así como la cantidad de actividad física que realizas al día. De este modo podrás hacer un esquema mental de cuánto estás ingiriendo diariamente, pero también cuánto estás consumiendo. Te aseguro que llevar el control de esta manera hará que no pierdas la motivación y conviertas adelgazar en un juego.
Busca un compañero
Cuando llega la hora de perder peso, encontrar a alguien que pese más o menos lo que tú, y que tiene como meta el mismo peso final, es una opción óptima. Si los dos coméis el mismo número de calorías al día, también podéis intercambiar recetas para hacerlo todo un poco más ameno y variado.
Trabaja mirando al pasado
Si eres un animalito de costumbres y no te ves adentrándote en el mundo del brócoli o la quinoa, entonces lo que puedes hacer es analizar lo que has comido la semana anterior. Después elimina las calorías extra que deberías eliminar para llegar a tu objetivo. Así no tendrás que salirte de tu rutina, pero quizá sí llenar un poco menos el plato.
Busca la eficacia
Cada cosa que comes cuenta, así que asegúrate de que cada bocado que tomas se ajusta al número de calorías de esa comida. Usa vasos medidores y lee bien las etiquetas nutricionales. De esta manera controlarás siempre lo que comes y no te llevarás ningunas sorpresa.