Resumiendo todo lo que te puedes encontrar, vamos a ver el “plan de juego” que debes seguir para llegar a tu objetivo. Y con “plan de juego” no me refiero a “tienes que comer esto o lo otro”. Este plan va más allá. ¿Te animas?
Nadie dijo que fuera fácil
Siento ser tan aguafiestas, pero es la verdad. Hasta que el estilo de vida saludable que buscas se arraiga a tu rutina, los comienzos cuestan más o menos, dependiendo de cada uno. Lo mejor que debes hacer es no lamentarte y tomar el control de la situación. No dejes que la sensación de hambre o la fatiga tras un entrenamiento te haga tirar la toalla. Considéralo daños colaterales que pasarán pronto.
Trabaja también su salud mental
Nunca te ha pasado que después de un duro entrenamiento, y las consecuentes agujetas, te has preguntado: ¿Es esto normal? ¿Estaré haciendo las cosas bien? Al final, esa inseguridad hará mella en tus entrenamientos e incluso en tu alimentación. Cuando tu mente te diga que pares, párate a analizar la situación y ver si de verdad debes sucumbir a tus pensamientos.
Hace tiempo leí que la mente se cansa antes que el cuerpo. Así que si has decidido salir a correr y ves que no puedes más, piensa si tus piernas sienten lo mismo. Te sorprenderás de cuánto puedes alargar el entrenamiento si pones una mordaza a tu vocecilla interior.
Nada pasa de la noche a la mañana
Ojala. No debes frustrarte si tus objetivos no llegan aún. Todo lleva su tiempo. Nadie va un día al gimnasio, y al día siguiente pierde 5 kilos de golpe. Visualiza tu recorrido en tu nuevo estilo de vida, mira dónde estás y hacia dónde estás yendo. Sólo así podrás acercarte pasito a pasito a tu objetivo. Además, piensa que durante el camino tienes la opción de hacer algunas modificaciones según te vayas encontrando.
Cuando lleves un tiempo, podrás echar la vista atrás y comprobar cómo estás mucho mejor que cuando comenzaste.
Tu eres el CEO de tu salud
Independiente de lo que te diga tu entrenador, tu médico, o tu libro favorito sobre entrenamiento y nutrición, al final el que manda sobre tu salud eres tú. Tú eres quien decide lo duro que vas a entrenar, tú eres el que rechaza ese bollo industrial en el desayuno, tú eres el que correr un kilómetro más de lo que tenías planeado. Es decir, tú manejas todo lo relacionado contigo. Tú y nadie más.
Créate tu "Dream Team"
Aunque uno mismo puede lograr lo que se proponga, tener un equipo de apoyo hará que el camino sea más llevadero. Habla con un médico para que valore tu estado de salud a lo largo de tu “aventura”, un entrenador que te guíe y te proponga un plan de entrenamiento ideal para tu meta, ten un libro de cabecera que te motive a seguir luchando por perder esos kilos de más. En resumen, crea un entorno de recursos que te acompañen durante todo el trayecto.