Diversos estudios han demostrado que el 31% de la población mundial no cumple con los mínimos de actividad física recomendados, y que más del 60% de las personas pasa tres o más horas sentado, lo que genera aproximadamente 433.000 muertes al año.
En alguna ocasión hemos hablado aquí de algún gadget que inventaron para, precisamente, revertir este proceso y que pudiéramos mover el cuerpo a la vez que trabajábamos. Era la cinta de correr que se ponía debajo de la mesa de escritorio, pero tenía un grave inconveniente: había que poner mesas específicas en cada puesto de trabajo para estar a la altura correcta.
Otro de los inventos que se empezaron a poner de moda fueron unas pequeñas máquinas elípticas que, estas sí, se podían usar mientras estabas sentado y mirando al ordenador. Sin embargo, un estudio del profesor Uichin Lee, del Korea Advanced Institute of Science and Technology, junto con Microsoft, concluyó que la gente no utilizaba estos aparatos correctamente.
Durante su investigación, Uichin Lee se dio cuenta de que los trabajadores utilizaban estas máquinas pero no mientras trabajaban, sino en pequeños descansos que hacían en su jornada laboral, lo que “infringía” de alguna manera el espíritu para el que estaban concebidas. Por eso, se propuso investigar lo que pasaría realmente si se utilizaran bien, mientras se trabajaba.
Para ello colocaron en las máquinas, modelo Stamina in Motion, una serie de sensores que medían parámetros como la velocidad, el número de pedaladas o la cadencia de las mismas. Por otro lado, a los participantes en el estudio les pusieron unas pulseras inteligentes para medir el ritmo cardiaco y otros parámetros vitales.
En el estudio, que duró un mes, con jornadas de 8 horas durante 5 días a la semana, y que se realizó a 13 persona, se vio que, de media, una persona podía dar una media de 2690 pedaladas en 38 minutos, aunque la mayoría daban 3000 en unos 43 minutos.
Al final de la investigación, lo más sorprendente llegó en las respuestas que los participantes apuntaron en una encuesta: uno de ellos llegó a decir que, después de las comidas, cuando volvía a su puesto de trabajo se quedaba medio dormido y que con el uso de este tipo de máquinas podía seguir activo y mantenerse más despierto en su trabajo ¿Acabarán estas máquinas con las siestas en el trabajo?
Por otro lado, en las conclusiones de la investigación, tanto Uichin Lee como su equipo apuntan a que con el uso de este tipo de máquinas elípticas se podían canalizar los típicos tics que tenemos en la pierna cuando estamos sentados y focalizarlo hacia un ejercicio productivo y bueno para nuestra salud.
Y, por último, explican los problemas que se encontrarían a la hora de implantar estos sistemas en las oficinas, como un cambio de mobiliario que conlleve gastos para la empresa, así que ten paciencia.