¿Qué es exactamente la papada?
Los expertos consideran la papada como grasa por debajo del mentón, siendo el resultado de una acumulación de tejido adiposo en esa parte del cuerpo. Esto hace que, visualmente, la papada parezca una extensión de la cara, dejando bastante disimulado el cuello y, en algunas ocasiones, incluso haciéndolo desaparecer a la vista.
Cuántos tipos de papada hay
Puedes llegar a haber hasta tres tipos de papada: debido a un exceso de grasa, a un exceso de piel o una combinación de los dos. Lo primero que suelen hacer los especialistas a la hora de eliminar una papada por cirugía es determinar con cuál de los tres tipos se están enfrentando.
Qué provoca la papada
Lo más habitual, si no tienes demasiado sobrepeso, es que tu papada se deba a un exceso de piel, pues con el paso de los años, nuestra piel pierde mucha elasticidad y comienza a “descolgarse”. Si a esto le añades cambios bruscos en el peso (dieta – efecto yoyó), la papada está más que asegurada.
También hay casos de personas jóvenes que tienen papada y, en este caso, puede ser debido a fluctuaciones en el peso o incluso por herencia genética. Nadie tiene la grasa distribuida por el cuerpo de igual manera, por lo que tampoco se pueden establecer patrones al respecto.
El peso de la genética
Por el momento no hay ninguna investigación que haya encontrado una secuencia de ADN que dé a las personas esas papadas, pero hay evidencias que sugieren algunos componentes heridatarios lo que significa que, aunque una persona haga dieta y ejercicios, podría no tener nunca éxito a la hora de eliminar la papada; y del lado contrario, alguien que nunca haga ejercicio ni dieta podría no desarrollar papada si tiene los genes precisos.
¿Es peligrosa para la salud?
Hay prácticamente unanimidad en que la papada no supone riesgo para la salud de las personas. No indica tener malos genes o estar ocultando una enfermedad, pero en el caso de exceso de grasa sí que hay que tomar alguna que otra medida.
¿Cómo puedes reducir la papada en casos de exceso de grasa?
En primer lugar lo fundamental es ponerse a dieta para perder peso y, en segundo lugar, llevar a cabo ejercicios específicos para volver a tonificar la piel. Aquí puedes ver unos cuantos.