La hipertensión arterial es uno de los problemas de salud más comunes entre la población y uno de los que más tratados están; sin embargo, aunque tomarse la pastilla cada día está muy bien, no hay que dejar de lado otro tipo de actividades que pueden evitarnos sustos mayores, como un infarto.
1.- Lo primero es informarse
La hipertensión está también denominada como “la epidemia silenciosa” en España, pero en Estados Unidos, donde afecta al 46% de la población, la llaman “silent killer” o “la asesina silenciosa”, por lo que es importante conocer sus riesgos, por qué se produce y hasta dónde puede llegar.
En nuestro país, según los datos de la Fundación del Corazón, se considera una presión arterial normal cuando “los niveles de máximos de presión arterial sistólica (máxima) están entre 120-129 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80 y 84 mmHg”, mientras que la presión arterial normal-alta se produce cuando “las cifras de presión arterial sistólica (máxima) están entre 130-139 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 80-89 mmHg”.
Para medirte la tensión arterial tienes varios métodos: puedes ir a una farmacia, donde te lo hacen gratis, acudir a tu centro de salud más cercano, o hacerlo en casa con un medidor de tensión, en cuyo caso deberás estar en posición sentada, relajada, con el codo apoyando en la mesa y la espalda recta. Haz dos mediciones separadas por dos minutos y luego haz la media entre las dos.
2.- Lo segundo es tratarla
Con la medicación que te dé tu médico de cabecera tienes que ser una persona muy constante y tomártela todos los días para mantener la tensión a raya.
Además de las pastillas, deberás llevar una dieta saludable y sin sal en las comidas, así como tampoco podrás comer demasiados embutidos o alimentos procesados. En definitiva, deberás llevar una alimentación saludable.
Y el otro pilar importante a la hora de tratar la hipertensión es hacer deporte. No todos los deportes son válidos, pero, por ejemplo, la natación es muy positiva para luchar contra la tensión alta, así como todos los que te hacen sudar un buen rato.
3.- Estar en forma
Y es que, en relación con el punto anterior, una de las principales recomendaciones que te va a venir muy bien es la pérdida de peso. Con ella, además de sentirte mejor, vas a evitar problemas futuros derivados de la hipertensión, como la aparición de diabetes.
Al final, si entrenas bien y tienes una buena alimentación, lo de estar en forma va a llegar solo y vas a establecer unos hábitos de vida que van a ser muy buenos para tu salud.
4.- Ojo con el alcohol
Tomarse una cerveza de vez en cuando e incluso una copa de vino cada día con las comidas no es perjudicial para tu salud, pero mucho cuidado cuando sales de fiesta y lo das todo con el alcohol. Su ingesta hace que te suba el ritmo cardiaco y tu tensión se pueda disparar por los aires. Si, además, tienes la nariz sensible, es posible que te pueda salir sangre de la misma, así que mucho ojo y no te pases con las espirituosas.
En definitiva, la hipertensión arterial se puede tratar hoy en día de una manera bastante efectiva. Tan solo hace falta ser constante y cuidarse bien para evitar problemas de salud mayores.