Si pese a que te gustaría hacer deporte, te pasas como mínimo ocho horas sentado delante de un ordenador, ejercitando únicamente tus dedos e ingiriendo alimentos de la máquina que no ayudan precisamente a que reduzcas tu cintura, tranquilo porque existen maneras de perder peso, sólo tienes que poner algo de tu parte, eso sí. Según explica Rebecca Scritchfield, autora del libro Body Kindness a la publicación Womens Health sí, puedes intentar hacer ejercicios con las piernas mientras estás sentado, pero… admitámoslo, es muy probable que a los cinco minutos se te olvide que los estabas haciendo, así que lo primero que te tienes que plantear es que tendrás que buscarte otro sitio que no sea tu oficina para realizar la actividad física.
Según la autora, llevando a cabo la siguiente estrategia es seguro que, pese a esas horas frente al escritorio, perderás peso:
1. Encuentra 30 minutos
Sé sincero contigo mismo. Es cierto que puedes estar hasta arriba de trabajo, con obligaciones familiares, etc, pero… ¿realmente no puedes rascar 30 minutos de ningún momento del día? Lo más probable es que sí, así que estudia bien tu agenda y busca esa media hora para ejercitarte cinco días a la semana. Recuerda que estás invirtiendo en tu salud, ¿puede haber algo más importante?
2. Las escaleras, tus amigas
Lo habrás oído mil veces, pero esta vez tómatelo en serio, utiliza las escaleras en lugar del ascensor, puede ser además una buena opción para esos 30 minutos de ejercicio que te has propuesto hacer al día. Si todas las veces que coges el ascensor a lo largo de una jornada, lo sustituyes por utilizar las escaleras, puede que alcances el cupo, sin apenas darte cuenta.
3. Adiós a la máquina
Convierte el cajón de tu escritorio en un lugar donde encontrar alimentos apetecibles y saludables que te permitan acabar así con la tentación de ir a la máquina expendedora y llenarte de calorías innecesarias a base de patatas fritas y galletas. Puedes poner en el cajón frutos secos, nueces, palomitas de maíz sin mantequilla...
4. ¡Bebe agua!
Según el Consejo Estadounidense de Ejercicio, los adultos activos deberían beber más de dos litros y medio de agua al día. Aunque lo deberías hacer también durante el fin de semana, ten en cuenta que beber agua a lo largo de tu jornada laboral puede ayudarte a combatir la fatiga, prevenir los dolores de cabeza por deshidratación y (con suerte) evitar que comas cuando no tienes hambre. Los efectos secundarios también son positivos, ya que tendrás que hacer más viajes a la fuente y lógicamente también al baño, lo que además te ayuda a dar más pasos.
5. Sí a las proteínas
Está muy bien que ese momento de descanso te decantes por tomarte una pieza de fruta, pero recuerda que también puedes acompañar ésta de alguna proteína que tardará más en digerirse que los carbohidratos y el azúcar. De este modo, no sentirás el pico de azúcar en sangre y el colapso que le sigue. ¿Una buena elección? Nueces, carne seca o incluso un huevo cocido.
6.Tómate un respiro
Es verdad que ese tiempo que empleas para comer delante del escritorio te puede venir bien para hacer las gestiones que tienes pendientes, pero también lo es, que te conviene levantarte y que te dé un poco el aire. ¿Por qué no salir a disfrutar de tu tapper al aire libre? Te ayudará a dar unos pasos más y a estar más despejado cuando retomes tu trabajo.
7. Estar de pie frente al escritorio
Vale, las investigaciones muestran que sólo se queman 9 calorías extra por hora cuando en vez de estar sentado estás de pie frente a tu ordenador. Pero, antes de menospreciar esa quema de calorías minúscula, ten en cuenta que la capacidad de estar de pie mejor los niveles de azúcar en sangre, lo que te beneficia a la hora de perder peso, así que si tienes esa opción, aprovéchala y trabaja de pie, o al menos, altérnalo con estar sentado.