El suelo pélvico no es exclusivo de las mujeres. Si creías que, por el hecho de ser hombre, te ibas a librar de trabajar esta parte tan importante del cuerpo, estabas muy equivocado.
De hecho, al igual que ellas, es importante que, a partir de una determinada edad que ronda los 35 años, todo hombre trabaje bien el suelo pélvico para evitar más problemas cuando lleguen los 40, los 50 y, si ya lo mantienes también durante los 60 más que genial.
¿Por qué es importante trabajar el suelo pélvico en los hombres?
Lo primero, hay que definir que entendemos por suelo pélvico. Esta zona de cuerpo es la encargada de dar apoyo a todos los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero (en el caso femenino), el recto y la próstata (en el caso masculino).
La teoría es sencilla: igual que hay que trabajar los músculos del core (abdominales, lumbares, oblicuos…) para evitar dolores en la espalda porque esta estará mejor sujeta, o los cuádriceps para evitar problemas de rodilla, hay que trabajar los músculos del suelo pélvico para evitar patologías en los órganos de la zona.
En el caso de los hombres, los principales problemas están relacionados con la próstata. A partir de los 30 años la parte central de la próstata tiende a agrandarse y, por tanto, a quitar espacio a otros conductos, como la uretra, lo que puede provocar problemas y dolores a la hora de orinar.
Otra de las ventajas que pueden tener los hombres si trabajan bien el suelo pélvico es alargar en el tiempo sus erecciones y sus actos sexuales
¿Cómo se trabaja el suelo pélvico?
Como ya hemos explicado en alguna ocasión, la clave está en el músculo pubocoxígeo. En la siguiente imagen puedes ver dónde está ubicado.
Tal y como puedes observar, es un músculo grande que abarca todos los órganos de la zona. Para trabajarlo, en el siguiente enlace te hablamos sobre él, aunque reproducimos aquí los ejercicios que puedes llevar a cabo:
1.- Mientras estás sentado en el trabajo, contrae y relaja unas 100 veces el músculo PC
2.- Cuando te levantas por la mañana y cuando te vas a dormir por la noche, contrae el músculo PC y mantenlo así durante cinco segundos, y relaja. Repítelo 10 veces.
3.- Según vayas evolucionando, mantén contraído el músculo PC durante dos minutos de manera continuada. Si lo consigues, es que vas por buen camino.
Contraerlo es tan fácil como lo siguiente: piensa que estás en uno de esos momentos en los que quieres ir a orinar pero no puedes y tienes que hacer fuerza para no hacértelo encima. Es lo mismo. Si los llevas a cabo a lo largo del tiempo notarás la mejoría poco a poco. No tengas prisa.