En la evolución del ser humano se pasó de un estado de cuadropedia (caminar a cuatro patas) a hacerlo únicamente con las piernas y de manera erguida. Pero, en ningún momento de nuestra evolución tuvimos un paso previo que fuera estar sentados. Hasta la etapa más reciente de nuestra historia como especie.
Es ahora cuando nos pasamos gran parte del día en posición sentada, ya sea delante de un ordenador, conduciendo en un coche o trabajando en una grúa, y el impacto negativo de este hecho es el que han querido demostrar un buen número de cardiólogos que han publicado sus resultados en la revista Circulation.
Para llegar a las conclusiones se han basado en los datos de un estudio longitudinal, es decir, que se está desarrollando a lo largo de los años y que está recogido en el Dallas Heart Study. De todos los participantes, extrajeron los datos de 1700 que habían sido examinados previamente a través de un análisis de sangre y estaban con el corazón monitorizado. Además, excluyeron a todos aquellos que previamente ya tuvieran algún problema cardiaco, para que no estropeara la muestra.
Durante unas cuantas semanas, los individuos del estudio llevaron a cabo una vida normal sin que nadie les dijera lo que tenían que hacer de cara al estudio.
Al finalizar ese plazo, los investigadores volvieron a realizar pruebas de medición de niveles en la sangre, en concreto se centraron en medir las troponinas, que son las proteínas que se producen cuando el miocardio está dañado, como cuando se tiene un ataque cardiaco. Del mismo modo, también midieron la actividad física que habían realizado durante el tiempo que había durado el estudio.
Así pudieron establecer la relación que había entre la creación de nuevos problemas del corazón con el sedentarismo y, más de manera concluyente, con el hecho de permanecer sentados durante mucho tiempo.
Los datos no dejaron lugar a dudas: aquellas personas que realizaban algún tipo de ejercicio físico, por mínimo que fuera, tenían un nivel de troponinas normales, mientras que aquellos que se pasaban entre 10 y 12 horas del día sentados tenían un nivel más elevado de estas proteínas. Aunque según indican en el estudio estas personas no tenían tantas troponinas como tendrían si les hubiera dado un infarto, sí que se podía asociar ese elevado número a una lesión cardiaca subclínica.
Por último, los mismos investigadores también añaden una especie de descargo de responsabilidad en la que explican que este estudio, al ser observacional, únicamente puede concluir que el hecho de estar sentado se relaciona con un nivel elevado de troponinas, pero no que provoque un aumento de las mismas.
Aun así, estar sentado se asocia a sedentarismo y por tanto a estilos de vida poco saludables, por lo que no sería de extrañar que con el paso del tiempo se encontraran más relacionadas entre el estar sentado y el tener problemas cardiacos. Por si acaso… ¡haz deporte!