Kayla Martin reconoce que se obligó a vivir una vida más saludable después de un incidente en un avión. Viajaba de Nueva Zelanda a Australia cuando se dio cuenta de que no le abrochaba el cinturón.
La azafata se dirigió a ella en voz alta para darle un cinturón extensible, dejándole claro que la próxima vez tendría que comprar un asiento adicional. La mujer considera esa situación como el momento más humillante de su vida.
Después del shock, Martin se propuso cambiar: lo primero que hizo fue eliminar el azúcar y la comida rápida de su dieta, así como reducir la ingesta de pan.
También comenzó a hacer ejercicio, caminando 30 minutos al día al principio y aumentando hasta ir al gimnasio cinco veces por semana. Sin embargo, su mayor cambio fue mental, ya que la joven asegura que logró aprender a quererse a sí misma y a su cuerpo.