No seremos nosotros quienes te digamos que dejes de hacer ejercicio, de hecho, son numerosos los estudios que coinciden en asegurar que la práctica de deporte es beneficiosa para tu salud. Sin embargo, como en la mayoría de las cosas, en el término medio se encuentra la virtud: no es bueno que te pases todo el día con el culo pegado a una silla, pero tampoco te lances al otro extremo y te pases todo el día poniendo tu cuerpo al límite.
Según un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Universitario Hamburg-Eppendorf en Hamburgo (Alemania) abusar del ejercicio físico de alta intensidad aumenta, y mucho, el riesgo de sufrir fibrosis miocárdica, es decir, que te aparezcan cicatrices en el corazón que pueden dar origen a una arritmia o insuficiencia cardiaca.
Este tipo de problemas se ha detectado en numerosos deportistas de élite lo que llevó a los investigadores a preguntarse si la práctica de ejercicio de alta intensidad era realmente beneficiosa para la salud. Por ello, llevaron a cabo un estudio para el que contaron con 44 mujeres y 55 hombres, competidores asiduos de triatlón y con una edad media de 43 años. Todos ellos fueron sometidos a una prueba cardiaca que mostró que el 18% de los hombres que participaron en el estudio sufría fibrosis miocárdica. Precisamente, aquellos que sufrían este mal eran precisamente los que habían completado un mayor número de triatlones y ‘Iron man’
“La comparación de los resultados de las pruebas de esfuerzo reveló que las mujeres tenían una menor presión sanguínea sistólica (PAS) en el pico máximo de ejercicio y que alcanzaban una potencia máxima inferior a la de los hombres. Además, cuando comparamos el historial deportivo vimos cómo las mujeres solían hacer menos distancias. Unos hallazgos que apoyan el concepto de que la presión sanguínea y las distancias de las pruebas podrían tener un impacto sobre el desarrollo de la fibrosis miocárdica”, señala la directora de esta investigación, Jitka Starekova.
Asimismo, afirman los autores, otro factor que podría explicar la diferencia de género en el riesgo de fibrosis miocárdia sería la presencia de testosterona. Sin embargo, subrayan que entrenamientos asiduos de alta intensidad pueden no ser beneficiosos para nadie. “Aunque no podemos demostrar el mecanismo exacto para el desarrollo de fibrosis miocárdica en los atletas, el incremento de la PAS durante el ejercicio, la cantidad y frecuencia de pruebas y la presencia de una miocarditis no detectada podrían ser factores para el origen de este problema. En otras palabras, la repetición de cualquier actividad atlética extrema podría no ser beneficiosa para ninguna persona”.