Si ya muchos consideran que quienes se quedan demasiado tiempo en casa son asociales, los expertos han descubierto algo peor. Según un estudio, las personas que están todo el día en casa pueden contraer enfermedades y el motivo es la falta de luz solar al aire libre. El sol ayuda a que se regule nuestro ritmo circadiano y llevemos una vida ordenada, mientras que si no salimos nunca a la calle las horas pasan volando sin que apenas nos demos cuenta.
Al final los horarios tanto de comidas como de sueño se cambian, porque el cuerpo no tiene la regulación necesaria. Estas personas pueden pasarse horas realizando una misma tarea sin ser conscientes de ello pues la luz que reciben es, en su mayoría, artificial.
Otra de las consecuencias de pasar demasiado tiempo en casa es que no te relacionas con los demás cara a cara, sino de manera virtual. Se acentúa todavía más en las personas que no tienen trabajo o que realizan sus tareas desde el hogar, por lo que quienes lo han vivido en primera persona aconsejan no perder las amistades e intentan sociabilizar lo máximo posible.
También tiene consecuencias a nivel bioquímico, y es que la falta de luz solar hace que estas personas tengan bajos los niveles de vitamina D. Ésta es muy importante ya que, al igual que el ejercicio, nos evita problemas como la osteoporosis. Además, el hecho de no disfrutar de la luz natural que nos proporciona el sol no solo va a afectar a nuestros huesos, sino que puede traer consigo enfermedades como la diabetes, la depresión o incluso la obesidad.
Por todo ello los científicos aconsejan pasear o tomar el aire aunque sea 30 minutos al día para regular tu organismo.