Muchos días te gustaría entrenar durante bastante tiempo, pensando que así estarás más en forma y, sin embargo, debido a tus quehaceres diarios, no puedes siquiera ponerte el chándal para salir a trotar un poco. Así que decides que, al menos, dos o tres días a la semana harás deporte en alta intensidad.
Si has tomado esta decisión ya has dado un paso importante. Además de los beneficios propios de hacer deporte de alta intensidad, como una mayor aceleración del metabolismo y una mayor duración de los efectos beneficiosos del deporte, investigadores de la Universidad de Copenhague han descubierto las ventajas que tiene este tipo de ejercicio a la hora de luchar contra el cáncer de pecho.
En declaraciones recogidas por Reuters, el principal autor del estudio, Pernille Hojman advertía, no obstante, que este entrenamiento no previene completamente la formación de tumores, pero puede reducir la posibilidad en un 50%. “El entrenamiento nunca puede reemplazar las terapias contra el cáncer, pero pueden ser una estrategia de apoyo importante, con efectos biológicos que incrementan la calidad de vida de los pacientes”, afirma.
Para llegar a esta conclusión, Hojman y su equipo experimentaron con ratones o los que les insertaron células cancerígenas recogidas de tumores de pecho y también con estas mismas células introducidas en tubos de ensayo.
Lo que descubrieron fue que en las muestras que tomaron después de poner a los ratones a realizar ejercicio, solo el 45% de los ratones expuestos al suero post-ejercicio desarrollaba cáncer, mientras que los que no habían recibido el suero post-ejercicio lo desarrollaban en uno 90% de las veces.
Este efecto positivo lo encontraron con tan solo aplicar 15 minutos de ejercicio físico intenso al suero que después utilizaron con los ratones, por lo que es un tiempo bastante asequible para que los pacientes con cáncer de pecho puedan realizarlo y mejorar así su nivel de vida.